“La historia clínica ya no es lo que era. Aquel papel escrito a mano con los datos del paciente, diagnósticos, prescripciones y tratamientos está siendo reemplazado por la digitalización estandarizada que permite el acceso a la información de los equipos médicos y de los pacientes desde diferentes dispositivos electrónicos”, se manifestó desde el efector de salud.
En este marco, el Hospital de la Baxada implementa la historia clínica digital desde su puesta en funcionamiento en octubre de 2015. “Este sistema nos permite registrar los datos relevantes y antecedentes médicos de la persona que ingresa al hospital de manera digital para hacer un seguimiento riguroso de los pacientes”, afirmó Pastre.
Por su parte, Maximiliano Velázquez, el médico clínico del nosocomio explicó: “El profesional tiene un usuario y una clave, con ellas entra al sistema y puede ver todas las prácticas que hizo esa persona, los diagnósticos, tratamientos; puede saber por qué vino a ver a un cardiólogo o qué medicación está tomando”. Luego agregó que “antes tenías que pedir tus datos en diferentes consultorios, clínicas y la letra a veces es ilegible en el papel. Al estar digitalizada tu historia clínica, eso ya no es un problema”.
Seguridad de los datos
Uno de los reparos que suelen surgir a la hora de implementar la digitalización de las historias clínicas se refiere a la confidencialidad de los datos. Los especialistas consultados coinciden en que la información contenida en las historias clínicas es privada y está amparada por el secreto profesional, más allá del soporte en que se haya consignado (papel o electrónico). “El paciente puede solicitar su historia clínica al profesional, se imprime y se entrega al instante, porque cada historia clínica es propiedad del paciente”, resaltó Pastre.
Diferencias y similitudes
La Historia clínica electrónica contiene información secuencial con inserción de fecha y hora automática, siempre está disponible y resguardada mediante back up. Su autenticidad se garantiza por la firma digital, es operada y buscada por el profesional que requiere la información.
Este nuevo formato difiere con la historia clínica tradicional que suele contener la información desorganizada si no está correctamente foliada. Se puede extraviar, deteriorar y está disponible dependiendo de la accesibilidad al archivo físico, la disponibilidad del personal administrativo que busque los datos requeridos y los médicos que autoricen el pedido, sin contar que en muchas ocasiones tanto lo escrito como las firmas y sellos son ilegibles, dificultando el acceso a la información por parte del paciente.