“En el año 2007, la Coordinación General de la UEP dio por aprobado dicho proyecto, con modificaciones el que contó con la aprobación de la Unidad Coordinadora Nacional, organismo que gestiona los fondos del Promeba, dándose inicio a las obras en enero de 2009. Más allá de que la quiebra de la contratista, dio por resultado que se procediera a la rescisión del contrato y paralización de las obras, la UEP se encargó de la reelaboración de un proyecto que resultara técnicamente apto, subsanando los múltiples inconvenientes del original”, explicó el funcionario.

“Esta reelaboración del proyecto fue llevada a cabo enteramente bajo gestión e impulso de la Unidad Ejecutora Provincial por orden del Gobernador, sin contar en absoluto con la colaboración del Municipio que, lejos de involucrarse en un proceso que debía ser de su particular interés, se desentendió completamente del mismo. A pesar de ello, la gestión provincial cargó a sus espaldas la tarea, financiando completamente dicha reformulación, para la cual intervinieron incluso otros organismos tales como la Dirección Provincial de Hidráulica”, agregó Graglia.

“El proyecto definitivo que resulta viable técnicamente, incluye ítems que deben ser ineludiblemente asumidos por el municipio, dado que forman parte de una sistematización vial y pluvial que beneficia a buena parte de la ciudad y escapa totalmente al sector de intervención del Promeba”, precisó.

Finalmente, Graglia afirmó que el municipio, además de negar toda participación en la reelaboración del proyecto, y de manifestar su completa falta de voluntad de hacerse cargo de los ítems que le corresponderían, incumplió incluso compromisos tales como el asumido por el intendente en cuanto a conseguir la autorización para el drenaje a través de terrenos privados, de la cuenca hídrica que capta el sistema pluvial del barrio mismo pero también de un importante sector de la ciudad.