James Henry, economista senior de la Tax Justice Network, estima que el stock de capitales argentinos no declarados en el exterior supera los u$s 400.000 millones. Es, precisamente, en la fuga de divisas que está poniendo la lupa el Gobierno. Quieren controlar o, mejor dicho, frenar todo lo posible las operaciones de contado con liqui, mediante las cuales las empresas e inversores convierten sus pesos en dólares a través de la compra venta de bonos o acciones, y los dejan en cuentas del exterior, según señaló El Cronista.
La novedad en este sentido es que el fiscal General a cargo de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), Carlos Gonella, se reunió con magistrados del Ministerio de Justicia de Francia para impulsar las declaraciones indagatorias de los imputados franceses en el caso BNP Paribas. Investigan el lavado y la fuga de Argentina de más de u$s 1.000 millones a través de la sucursal local de la entidad bancaria, en el marco de una asociación ilícita que funcionó entre 2000 y 2008.
Las indagatorias a los acusados franceses que ocupaban cargos directivos en la sucursal argentina del banco se harán durante junio próximo. Para que no tengan que viajar hasta nuestro país, el juez nacional de la Capital Federal, Osvaldo Daniel Rappa, dispuso llevar a cabo la indagatoria por medio de una videoconferencia. En el marco de la causa, se enviaron varios exhortos internacionales pidiendo información sobre los fondos transferidos a varios países del exterior, como el caso de Costa Rica. "Esto constituye sólo la punta del iceberg para desentrañar el fenómeno de la fuga de divisas que tanto daño ha causado en nuestro país, teniendo en cuenta que, sumando el caso del HSBC, se encuentra comprometida una suma cercana a u$s 5.000 millones que personas físicas y empresas argentinas fugaron al exterior, violando la legislación fiscal, bancaria y antilavado de activos", advirtió Gonella.