A modo de ejemplo de la situación, un caso: una jubilada provincial quiso extraer el domingo un remanente de su cuenta de 334 pesos y el mecanismo le permitió sacar solamente 300 pesos en tres billetes de 100.

Ahora bien, la restricción tiene mayor impacto en aquellos haberes bajos, en los que 30 ó 40 pesos gravitan de forma significativa en el total. Así, una beneficiaria de la jubilación de Amas de Casa percibe un haber de 320 pesos, pudiendo extraer 300 pesos del cajero, mientras el acceso al resto sería únicamente a través del uso de la tarjeta de débito.

El inconveniente no estaría afectando sólo a los usuarios de los cajeros, sino que también a comercios. “Ayer fui a varios negocios de la cuadra buscando cambio. Ninguno tenía. Fue todo un problema”, relató Verónica, a cargo de la atención de un quiosco del microcentro. La empleada comentó que faltan billetes de 10 y 20 pesos y las monedas. “Faltan todas, excepto las de 25 centavos”, explicó, aunque dijo que la escasez de monedas se agudiza por épocas.

En tanto, desde otro comercio del rubro de la construcción se informó que el faltante de billetes viene desde hace semanas y que empeora los días de cobro de los empleados: “Como los cajeros dan billetes grandes, vienen todos con 100 pesos. Hay que estar pidiendo a la gente cambio; así más o menos se consiguen billetes más chicos”, detalló Aníbal.

“Lo único que están llegando (desde el Banco Central) son los billetes de 5 pesos, pero no llegan los de 10 y 20 pesos”, se informó desde una entidad bancaria a El Diario. Seguidamente se explicó que la autoridad monetaria es el Banco Central, que provee de dinero a las entidades locales mediante una sucursal del Tesoro Nacional radicada en la ciudad.

La carencia de billetes “viene desde hace un tiempo largo” y persiste pese a que desde la entidad bancaria consultada se ha solicitado en forma reiterada. “Se pide pero no mandan”, redondeó la fuente, que explicó que se mantiene la merma en el flujo de las monedas.

La circulación restringida de los billetes en cuestión (10 y 20 pesos) ya viene generando inquietud en distintas localidades del país.

En Buenos Aires, la escasez se empezó a sentir en las primeras semanas de junio y fue motivo de crónicas periodísticas. En una de las publicaciones –concretamente de La Nación– se citaron fuentes del Banco Central, que aseveraban que no deberían faltar billetes de baja denominación. Y explicaban que a principio de año se habían volcado al mercado 140.000.000 de pesos en billetes de 10 pesos, mientras que calificaron de “buena” la provisión de billetes de 5 pesos. Así las cosas, razonaban que si hubiera menos cantidad de billetes de 20 pesos, se supliría con los de 10 pesos.