El 23 de noviembre quienes iban en el automóvil Chevrolet Astra pasaron sin mayor inconveniente el paso de control de Gendarmería, ubicado en la rotonda, a escasos kilómetros del ingreso a Victoria, pero un pequeño accidente con el acoplado de un camión que iba en el mismo sentido, los dejó al descubierto. El choque fue a las 23.40 y la intervención de los gendarmes fue una hora después.
Cuando ello ocurrió, -a unos 15 kilómetros de Rosario- los gendarmes que fueron a socorrerlos se encontraron con un número importante de bultos que contenían un total de 230 kilogramos de marihuana, por lo cual se transformó en uno de los secuestros de drogas más importantes de los últimos meses en la región. Una parte estaba en el baúl y otra en el asiento trasero, tapado con plásticos, según confirmó esta Agencia.
En aquella oportunidad, uno de los detenidos optó por declarar, pero, sorprendentemente, negó cualquier vinculación con la droga hallada. El otro integrante del coche, de 19 años, se abstuvo de declarar.
Por su parte, Zonis procesó a ambos por el delito de Transporte de estupefacientes, les dictó prisión preventiva y les dispuso un embargo de 20.000 pesos a cada uno, según detalló Uno. Por la cantidad de marihuana descubierta, la causa está considerada una de las más importantes por droga de la provincia, al menos en los últimos años.
En su resolución, el magistrado dio por acreditado que Espíndola y Pérez trasladaban la droga en el auto, que estaba fraccionada en 31 panes prensados en ladrillos y que estaba destinada a la comercialización. También se da por probado que actuaron con conocimiento de la ilicitud de su comportamiento, en una conducta dolosa.
Todavía existen medidas pendientes de investigación que se han ordenado, pedidas tanto por el juez como por el fiscal, que podrían brindar más datos sobre los acontecimientos.
Entre esas medidas, pretenden determinar el circuito de la droga, de dónde provenía, por dónde había pasado y cuál era el destino final: si se dirigían a Rosario o al Gran Rosario, como se supone, o si el rumbo era otro. También se intenta determinar si los 230 kilos era la totalidad de la marihuana transportada o si una parte ya se había entregado en algún lugar de Entre Ríos antes del accidente por el cual fueron descubiertos.
Finalmente, se determinó que el auto tenía vidrios polarizados y que por eso los misioneros no escaparon luego del choque, confiados en que el cargamento no se veía desde el exterior. Sin embargo, fueron requisados por Gendarmería y allí fue cuando se descubrió la droga.
Foto: La Capital.