“El cierre preventivo del comercio se debió a la presencia de roedores en el lugar, tanto en el salón de ventas como en el depósito, lo que constituye un riesgo para la salud de los vecinos por la falta de higiene”, explicó.
El funcionario municipal señaló que “se deja a disposición del Juzgado de Faltas la resolución que deba emitir sobre el caso, y hasta tanto, los propietarios del comercio no podrán reabrir sus puertas al público”.