El acierto Xeneize no pasó precisamente por la ventaja obtenida, que a priori deja la serie más que abierta, sino por la gran mejoría de su fútbol colectivo y actitud en una instancia clave.
En el primer tiempo, el dueño de casa fue superior pero no logró plasmarlo en la red. Su mediocampo se mostró fuerte y logró anticipar a su par brasileño, mientras que Walter Erviti se desprendió con éxito para irrumpir ante la última línea rival.
El mismo Erviti avisó primero con un disparo alto, más tarde Cassio Ramos le ahogó un cabezazo a Juan Manuel Martínez, Guillermo Burdisso cabeceó por arriba y Nicolás Blandi hizo lo propio sin puntería.
No obstante, con el correr de los minutos la visita llegó a hacer pie en tres cuartos de cancha de la mano de Emerson y fabricó sus llegadas, una volea desviada del mismo Emerson y un cabezazo en contra de Leandro Marín que se fue cerca.
En el complemento, nuevamente se quedó el brasileño y permitió que el local tomara las riendas del trámite. Juan Sánchez Miño, el reemplazante de Juan Román Riquelme, envió un tiro libre cerca.
La visita no reaccionó, y a los 13 minutos Cristian Erbes quiso pegarle al arco por la izquierda, le salió un centro y Blandi picó solo entre los centrales para tocar el balón y desatar la locura azul y oro.
Recién entonces se sintió obligado el elenco visitante, que amenazó con un disparo de Romarinho que tapó Agustín Orión y una gran jugada de Paolo Guerrero que terminó en el palo antes de que Paulinho disparara alto.
Al final, los de Carlos Bianchi volvieron a inclinar la balanza y se perdieron el segundo con un tiro libre de Blandi y un tanto en offside del ingresado Pablo Ledesma, cuyo alocado festejo sin camiseta derivó en su primera amonestación. Enseguida, increíblemente, cometió otra falta en la mitad de la cancha que le valió una expulsión insólita.
El cierre llegó así con una buena cuota de emotividad y las molestias físicas de Matías Caruzzo, Clemente Rodríguez, Leandro Somoza, Blandi y Martínez, consigna TyC Sports.