Por otra parte, tienen que haber incidido los trascendidos sobre que el gobierno de Mauricio Macri fijaría un precio local del petróleo menor al actual que ronda u$s 70 y más cercano al internacional, para que se atenúe el impacto de una eventual devaluación en los precios de naftas y gasoil.
Por tratarse de un promedio a nivel, las empresas pueden aplicar ajustes mayores o menores al 4,5% anunciado según los productos y la localidad del país. Por otra parte, los nuevos valores estarían hoy mismo vigentes en las estaciones de YPF mientras pueden demorar algunas horas o un día en los surtidores de las otras compañías. Pero los aumentos incluyen también a Shell, Esso (ahora Axión), Petrobras y Oil.
Las petroleras que refinan compran el petróleo al valor fijado en acuerdo entre el gobierno y las productoras, en pesos al valor del tipo de cambio oficial, por lo cual los aumentos van siguiendo la evolución del dólar. No obstante, YPF refina mayormente su propio crudo, y Axión y Petrobras también tienen una cuota de petróleo propio.
Por la caída del precio internacional, el gobierno forzó una rebaja del 5% en los precios de naftas y gasoil a partir del 1 de enero. Pero después se sucedieron los aumentos aun cuando la cotización siguió en baja en el mundo: un 0,8% en febrero, un 0,9% en marzo, un 0,92% en abril, un 1,5% en mayo, un 1,5% en junio, un 1,3% en julio y un 2,5% en agosto. Si se suma el 4,5% de hoy, después de la rebaja de enero, los valores en los surtidores se ajustaron un 14,7%.
En tanto, entre el 11 de febrero, día previo a la primera suba, el tipo de cambio oficial para la venta era de $8,69, mientras el último viernes se ubicó en $9,675, lo que implica una devaluación del 11,3%, que se eleva al 13% si se toma la cotización del 30 de diciembre. Considerando la disminución del 5% en el primer mes del año, las empresas podrían argumentar que todavía les falta para emparejar con la evolución del tipo de cambio, publicó Ámbito Financiero.