Se cumplen dos años de la aparición sin vida de un adolescente en la Comisaría del Menor

En un hecho que nunca se pudo aclarar, dos años atrás aparecía muerto en la Comisaría del Menor el adolescente de 17 años Raúl Gutiérrez. Según fuentes oficiales el menor se suicidó en la celda, en la que se encontraba alojado por “averiguación de antecedentes”. Sin embargo, la hermana del joven, Gabriela, dijo que ellos pudieron constatar que el cuerpo de Raúl presentaba golpes y pocos indicios de un suicidio. Además, se mostró disconforme con el accionar de la Justicia ya que esperaban una segunda autopsia, y reclamó que se cite a los testigos que propusieron y que no fueron convocados.

Según la versión policial, el joven había sido detenido la noche anterior con otros dos muchachos por personal de la Comisaría Tercera y por tratarse de menores, Gutiérrez y otro de los chicos fueron derivados a la División Minoridad, en calle Tucumán de la capital provincial, para averiguación de antecedentes puesto que ninguno de los tres llevaba documentos. Pero a pesar de que habían sido notificados en dos ocasiones, sus padres no habían ido a recogerlo.

La muerte se produjo el sábado 4 de octubre, después de las 21, pero mientras Gutiérrez esperaba que sus padres lo fueran a buscar, apareció muerto en su celda. En su momento se informó que una agente que lo encontró pendiendo del marco de la puerta de la celda, con una soga fabricada con retazos de una frazada que el mismo joven habría cortado sosteniéndolo del cuello. Inmediatamente se le realizaron intentos de resucitación, mediante masajes cardíacos y respiración artificial, pero los esfuerzos fueron en vano.

El cuerpo del chico estaba sentado con la improvisada soga tirándole del cuello, y la autopsia determinó que el chico no murió por asfixia ni por desnucamiento, sino que la presión del nudo alrededor del cuello le quitó la irrigación sanguínea hacia el cerebro, sobrevino un desmayo y en pocos minutos la muerte. “Se dejó morir”, fue la hipótesis que esbozó el jefe de Operaciones y Seguridad de la Policía, Jorge Benetti.

Sin embargo, Gabriela Gutiérrez, hermana de Raúl, aseguró que “mi familia y varios amigos de él, revisaron el cuerpo y reconocieron que había golpes, que tenía muchos golpes. Pero se dijo que se suicidó. Y todavía no avanza la causa. Nosotros pedimos que se hiciera una segunda autopsia, pero no se hizo; hemos presentado muchos testigos, pero no fueron citados por la Justicia”.

Además, los familiares también se quejaron porque “quienes integraron la Guardia Policial de esa noche y la psicóloga que no estaba de guardia, para cumplir su función de contener a los menores en casos de malestar, continúan trabajando”.

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