La aventura parecía empezar de la mejor manera para los argentinos, que en el primer game consiguieron el ansiado quiebre, con un Schwank preciso, casi impecable, que fue clave para conseguir los errores de los alemanes Tommy Haas y Philipp Petzschner. Al servicio, el mejor doblista argentino aumentó la ventaja con un 40-0.

Pero Alemania no iba a dejarse vencer tan fácilmente. En el sexto game, con Schwank al saque, recuperó el quiebre que había perdido en el inicio y con Petzschner en el servicio consiguió volver al frente (4-3). Las fallas de los argentinos en la red complicaron el trámite y el panorama, que en el inicio parecía más favorable al equipo de Jaite. Y, entonces, llegó un nuevo quiebre, esta vez al servicio de Nalbandian, que dejó a los locales 5-3, con Haas sacando para set. Allí, el ex número dos del mundo no falló y le permitió a su equipo llevarse el primero por 6-3.

Los errores en la red de los argentinos no cesaron y afloraron en el peor momento. En el quinto game, Argentina contó con cinco chances de cerrarlo pero fue Alemania, en su única oportunidad de quiebre, el que consiguió el punto por una doble falta de Schwank para ponerse 3-2. Fue, sin dudas, un punto clave que llenó de confianza a los locales, que ya contaban con un Petzschner que, con devoluciones acertadas, complicó mucho a los argentinos y demostró por qué es el doblista de su país. Pero también estaba Haas, quien en el game siguiente cerró en cero su saque para aumentar la ventaja a 4-2.

Confiados como nunca antes en el partido, parecía imposible que los alemanes perdieran algún punto con su servicio. También Petzschner cerró en cero su saque y dejó el set 5-3. Si bien Schwank sumó el cuarto game para Argentina con su servicio, los alemanes volvieron a arremeter y aprovecharon un game para el olvido de Nalbandian (una mala devolución, una pelota a la red y un nuevo error en ataque) para cerrar el segundo 6-4.

En una estrategia del equipo argentino, que estuvo reunido en el vestuario al finalizar el segundo set, comenzó el tercero con Nalbandian al saque, cuando por orden le habría tocado a Schwank. Le salió bien, ya que el cordobés cerró 40-15 el primer game para ponerse 1-0. También cambió la rotación Alemania y Petzschner, que había sacado cuatro veces contra seis de Haas, arrancó en el servicio. El resultado fue el mismo.

El tercero también comenzó con paridad. Pero lo alemanes estaban tan bien que no los paró ni un fallo polémico en el tercer game, cuando el juez de silla le dio por ganado el punto a Argentina con un saque que habían gritado como malo y fue bueno, cuando correspondía jugar el punto de nuevo. Pese a eso y a que el game terminó en manos de los argentinos, no tuvieron problemas los locales para ganar con su saque al siguiente y mantenerse inquebrantables en los siguientes...

Hasta el décimo game. Con una levantada de Nalbandian que necesitaba la dupla, el equipo argentino consiguió que Petzschner, por fin, se equivocara. Primero con un tiro de Schwank que exigió al alemán, quien no pudo devolver la pelota de derecha y dejó a Argentina set point. Y en el siguiente, con un nuevo error no forzado del especialista en dobles local que le terminó dando el 6-4 a la Argentina en el tercer set para estirar la definición y provocar el renacer de la ilusión Albiceleste de cerrar la serie este sábado.

La remontada no quedó ahí sino que continúo en el cuarto set. Argentina, con un Nalbandian en pleno ascenso, consiguió un quiebre rápido y dos buenos servicios, que provocaron los errores de Petzschner y Haas, para ponerse rápidamente 3-0, con la ilusión intacta de forzar la definición a un quinto set. Definición que llegó, porque –si bien Alemania recuperó el quiebre-, una doble falta de Petzschner en el octavo le permitió a Argentina volver a quebrar y con Schwank al servicio conseguir ese penúltimo set por 6-3, da cuenta Clarín.

Argentina fue de menor a mayor y en el quinto game también consiguió primero el quiebre. Fue tras una derecha paralela de Schwank, que fue decisiva. Con el santafesino seguro desde el saque, y Nalbandian con buena presencia desde la red, la dupla Albiceleste confirmó el quiebre para ponerse 4-2, a dos games del triunfo.

El final fue con casi 5.000 personas en contra, luego del fallo del juez Molina dando bueno un saque de Schwank que para los alemanes era malo y que dejaba a los argentinos match point. Bajo los gritos e insultos de los locales, el santafesino sacó mal el primero pero metió el segundo y una pelota a la red de Petzschner le permitió el desahogo al equipo nacional, en un triunfo histórico, ya que hacía 46 años que no se daba vuelta un dobles que arrancaba 0-2. Ahora, a festejar.