De ANÁLISIS

La vuelta de la actividad cultural es específica y acotada. Salas de ensayos y talleres están en proceso de readecuación constante para volver a la actividad, dentro de los parámetros que esta nueva normalidad impone. Ese es el caso de La Cacerola, un espacio de talleres artísticos que funcionaba, desde hace 17 años, en calle Belgrano 648. Niños y adolescentes tomaban clases de teatro, percusión, reciclado y artes plásticas; propuestas que se mentaban con los diferentes hacedores culturales de la ciudad. Es así que músicos, actores, artistas plásticas, plasmaban sus enseñanzas en diversos talleres. También, se usaba como sala de ensayo de teatro.

"Dada la situación en la que nos encontramos todos, de aislamiento y distanciamiento debió cerrar sus actividades, sin dejar de pensar como resistir, revivir y sostener el arte. No dejamos de pensar cómo y de qué manera volver. En la flexibilización de la actividad de los talleres y con todos los dispositivos de prevención, nos encontramos con un gran obstáculo de espacio y superficie. Dada a la generosidad del propietario de un nuevo lugar, vamos rearmando ideas y proyectos. Un nuevo lugar se gesta en Belgrano 569 para La Cacerola, para dar marcha a la actividad de enseñanza y ensayos. Sumándose el armado de una sala de teatro, para cuando podamos encontrarnos y disfrutar la presencialidad del teatro", cuenta a este medio, María Luz Gómez, integrante de la Cacerola, quien coordinará un taller de teatro para jóvenes y adultos mayores de 18 años, los días martes y jueves de 18 a 19:15.

Esta primera experiencia será con cupo limitado, solicitado por el protocolo para esta tarea. Quien desee sumarse lo puede hacer a través de la Página La Cacerola, en Facebook o al teléfono 343- 6100087, coordinando con la tallerista. No es necesario tener experiencia previa. Como premisa está el humor, siempre teniendo en cuenta que un montón de juegos y actividades van a ser redirigidas y repensadas para poder llevarlas a cabo con el protocolo de prevención Covid-19", aclara María Luz y agrega que a fin de año "Cada taller termina con una producción. En este caso, se va a dar de acuerdo a las circunstancias en las cuales estamos viviendo. Puede ser presencial o digital, de acuerdo también a las características del grupo. Puede ser una producción para público infantil, adulto; una creación colectiva o una obra de texto".