Por segunda vez en la Copa del Mundo en Japón, Las Panteras se retiraron victoriosas del campo de juego. En esta ocasión, en la madrugada del martes y en su último partido en la sede Toyama, Argentina lo hizo además con reacción cuando perdía 2-0, para finalmente sellar el triunfo sobre Camerún por 3-2 (21-25, 20-25, 25-20, 25-20, 15-12) y llegar con una sonrisa a un nuevo parate en la competencia.

No fue bueno el comienzo de Argentina, con muchas fallas en el primer set (ocho de sus 23 errores totales, es decir más de la tercera parte, fueron en ese parcial) y luego sometida ante el rendimiento de Laetitia Moma, la mejor anotadora de Camerún que convirtió en nueve ocasiones (terminó con 23 en el acumulado) para el 2-0.

Sin embargo, para el tercero todo cambió. Bianca Farriol tuvo otro buen ingreso desde el banco y la entrerriana Lucía Fresco, que ya venía manteniendo el goleo nacional desde los sets anteriores, se consagró como máxima artillera del partido con 32 puntos. La Rusa, después de ser importante para llegar a la igualdad, la rompió en el tie break, como autora de ocho de los 15 tantos con los que Argentina clausuró el encuentro.

En un balance que mostró paridad en la mayoría de los rubros, queda en evidencia que un quiebre, además, llegó desde el saque argentino: Las Panteras anotaron 11 aces en total contra sólo tres de Camerún. Yamila Nizetich con cuatro y Fresco con tres fueron las más activas en este segmento.