Daniel Sappa, el arquero que sumó Patronato en la extensa pretemporada, aguarda la vuelta a la actividad, y mientras trabaja en el nuevo formato de entrenamiento que exigen los protocolos por la pandemia de COVID-19, habló sobre las metas del Rojinegro, considerando la suspensión de los descensos: “Llego a un equipo donde el torneo pasado peleó la permanencia y siempre la pelea, pero es lindo llegar y plantearnos otros objetivos sin mirar la taba de abajo”.

A su vez, sobre el grupo que encontró en Patrón, el ex Estudiantes y Arsenal, expresó: “Se fueron los dos delanteros, y otros jugadores, igual se mantuvo bastante la base, quedaron la mayoría de los defensores y vinieron seis refuerzos. Pero si, va a ser un armado nuevo”.

Posteriormente, el guardameta se refirió a la expectativa que hay en torno a la vuelta a la actividad oficial y cómo es la preparación previa. “Es todo muy raro y nuevo, el tema de los protocolos y del torneo que se viene, no hay muchas certezas de cuando arranca el torneo, se sabe que son seis grupos de cuatro equipos, pero hay que adaptarse pese a la incertidumbre de no saber cuándo se arranca y acá no podemos jugar amistosos porque no podemos pasar de ciudades”.

El portero también opinó acerca de exposición de los futbolistas al Coronavirus en el marco de los entrenamientos, tomando como ejemplo lo sucedido en Boca: “Tiene un número de contagiados alto, pero si se usa el sentido común puede ser que nos toque, en algún momento alguien se puede contagiar y ante el entrenamiento en equipo, puede iniciarse un brote, pero sabemos que estamos en cierta forma expuestos. Es raro porque los entrenamientos arrancaron a contramano, en pleno pico, uno tiene que hacer las cosas básicas como ir al supermercado y te podes contagiar y tenés que estar preparado, puede pasar”.

Finalmente, el flamante arquero del Santo reveló las dificultades de adaptación a un nuevo equipo en el particular contexto que hoy se vive. Al respecto expresó que “es raro, porque uno está acostumbrado a que te presenten o a conocerte con los compañeros en el vestuario, pero eso no pasa, hasta vas cambiado y entrenas en tres canchas en grupos de seis jugadores, es raro”.

Y cerró: “Estoy sólo en un hotel parando, pero no salgo de la habitación, la gente que trabaja va y viene y por temor a contagiarme trato de estar el mayor tiempo posible acá”.