Florencia Penna
“El verdadero contenido de una fotografía es invisible, porque no se deriva de una relación con la forma, sino con el tiempo. (...) Los objetos registrados en cualquier fotografía (desde el más impactante al más común) transmiten aproximadamente el mismo peso, la misma convicción. Lo que varía es la intensidad con la que se nos hace concientes de los polos de la ausencia y presencia. (...) Al mismo tiempo que se registra lo que se ha visto, una foto, por su propia naturaleza, se refiere siempre a lo que no se ve. Lo que muestra invoca lo que no muestra, revela lo ausente igual que lo que está presente en ella”. Estas palabras del escritor londinense John Berger prologan la página web del fotógrafo entrerriano Gustavo Germano, reportero gráfico durante años del semanario ANALISIS, que inauguró la semana pasada la muestra Ausencias, en la Casa Amèrica Catalunya de Barcelona, España, país donde se radicó hace un tiempo.
El proyecto partió de fotografías de álbumes familiares, que fueron repetidas en situaciones similares 30 años más tarde, mostrando 14 casos a través de los cuales “se pone rostro al universo de los que ya no están: trabajadores, militantes barriales, estudiantes, obreros, profesionales, familias enteras”, todos víctimas del plan sistemático de represión ilegal y desaparición de personas que llevó a cabo la última dictadura militar en Argentina.
“Son fotografías casi siempre en situaciones alegres, contrapuestas con las actuales, que si bien carecen de la espontaneidad y frescura de los originales sí tienen una carga simbólica muy fuerte puesto que marcan cómo ha cambiado el que está y cómo podría haber cambiado el que no está”, explicó Germano sobre estas imágenes donde los protagonistas son entrerrianos. “Los trabajos, expuestos en un diálogo constante entre antes y ahora, muestran los cambios en el entorno y el paso de los años. Y esos dos tiempos en un imposible paralelo de presencia – ausencia”, introduce su sitio en Internet. Allí además se lee el prólogo que Horacio Verbitsky -periodista, escritor y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)- realizó para el libro-catálogo de Ausencias, donde asegura que “más que los juicios penales, las investigaciones periodísticas o los ensayos filosóficos, el arte da cuenta del vacío lacerante que la ausencia inexplicable provoca”, y que “las fotografías de Gustavo Germano y los puntos en que cada leyenda reemplazan al nombre ausente, evocan ese trauma fundador de la identidad argentina contemporánea y nos inducen al misterio del tiempo con la muda violencia de un gesto congelado”.
Tras la inauguración del martes 16 de octubre, las noticias aseguraron que centenares de personas abarrotaron durante horas la sede de Casa América Catalunya, entre ellos, muchos residentes argentinos en Barcelona “y también una amplia representación del cuerpo consular latinoamericano acreditado en la ciudad” -puesto que muchos participarían en el Memorial Democrático, un coloquio internacional que se realizó en esos días- “así como destacados intelectuales y profesores universitarios catalanes implicados en los proyectos de recuperación de la memoria histórica”.
Y no es casual que Gustavo Germano ahonde en un tema tan doloroso como ineludible, puesto que como su hermano Guillermo, recuerda siempre la desaparición de Eduardo Mencho Germano, el hermano ausente. Sin embargo, no es la primera vez que ofrece sus herramientas profesionales y su arte en la lucha por la verdad y la justicia, y seguramente no será la última.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)