Claudio Cañete
Con muy buena convocatoria de público en sus primeras funciones y críticas favorables en los comentarios, el trabajo de un grupo heterogéneo como lo es El Laboratorio Teatrodanza, marcha con pasos firmes con su proyecto bajo el brazo. Zapatos…relatos varios es una producción que tiene hasta aquí el premio merecido del reconocimiento. Este sábado por la noche se vuelve a presentar en La Vieja Usina. Es una apuesta fuerte ya que es una experiencia que intercala la dramaturgia y la danza, sin incursionar en un formato estrictamente teatral. Más bien, busca conjugar lenguajes artísticos muy distintos en función de un significado que en todo caso el espectador tiene el desafío de terminar de construir. Para saber más detalles antes de la función de este fin de semana, ANALISIS dialogó con su directora, Verónica Kuttel, un referente que como bailarina de tango recorrió escenarios internacionales y como especialista en danzas tiene que ver con la organización de Teatro en Movimiento, un ciclo con peso propio.
-¿Cómo hay que abordar un espectáculo de danza teatro? ¿Como un solo lenguaje artístico nuevo o como la mixtura de los códigos de estos dos géneros?
-Bueno, me queda grande decir cómo hay que abordar un espectáculo de danza teatro, si te lo pudiera decir como receta sería la Pina Bausch del Litoral (risas). Te puedo contar que el camino que estoy transitando, el punto de partida es el cuerpo en movimiento. Lógico, la danza es el lenguaje que manejo con mayor soltura, y que a partir de consignas sobre un objeto, una situación-conflicto (en ese sentido si se emplean métodos del teatro), puedo llegar a construir una dramaturgia del movimiento, soportada fuertemente en lo visual y en lo que esto sugiere al ojo que mira. De todos modos emplear el término danza teatro es meramente instrumental, en la realidad los límites se desdibujan, se penetran unos a otros, interactuando y generando trabajos multifacéticos, que desbordan cualquier intento de etiquetarlos.
-¿Cómo surge el concepto de Zapatos? ¿Con qué se va a encontrar el espectador?
-Ni ahí que hay un concepto de Zapatos, por suerte. Partimos de un objeto cotidiano que ha cedido a su función, cargándose de un montón de significados: existen zapatos de niños, de mujer, de hombre, de trabajador… Dejamos que ellos nos den la idea, que luego desarrollamos en relatos visuales. Eso es lo que va a encontrar el espectador concluyendo en una multiplicidad de relatos según el ojo que mira. La obra es muy digestiva, dinámica, tiene momentos absurdos y risueños. Andrea Fontelles, que diseñó el vestuario, le aporto un colorido inspirado en nuestro paisaje: fucsias, rosas, lilas, verdes, amarillos, un hermoso festival de colores. La música envuelve con acento litoraleño.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)