Hugo Remedi
El estruendoso lanzamiento del Frente Amplio UNEN (FAUNEN) no ha tenido aún su correlativa réplica en Entre Ríos, generando en consecuencia un marco de dudas de temeroso desenlace para la oposición. Los radicales vernáculos todavía no se han expresado de modo taxativo sobre el tema y el socialismo posa sus expectativas, precisamente, sobre el humor de los correligionarios. El resto son partidos chicos de casi nula representatividad.
A ello hay que sumarle que buena parte del futuro de la oposición depende en gran medida de la candidatura a presidente de Sergio Urribarri. De hecho, si el gobernador sigue adelante con su candidatura será difícil la cosecha de votos en el llamado electoral de 2015 a raíz de que, seguramente, el voto emotivo del entrerriano expectante por tener un presidente salido de la cantera provincial primará sobre lo que exista como propuesta electoral.
El radicalismo, o parte de él, no tiene techo para hacer alianzas y llega hasta la parada anterior a la casa de Mauricio Macri, mientras Elisa Carrió (una de las ocho cabezas del acuerdo) alienta con pragmatismo en busca de los votos que tiene el intendente de la Capital Federal en su feudo. Para otra parte de los radicales sí hay un límite: sostienen que no se puede hacer un frente de centro izquierda con Macri adentro. El Socialismo sí lo tiene bien establecido: el límite es Macri y su correlato en la provincia, Alfredo De Angeli.
El productor agropecuario y dirigente histórico de Federación Agraria fue en la última elección candidato de Unión Por Entre Ríos (en un frente con las huestes de un Jorge Busti hoy alineado detrás de la candidatura de Sergio Massa) y cosechó más del 20% de los sufragios, lo que significa un caudal importante de cara al 2015, al extremo que desplazó al radicalismo al tercer lugar.
Es difícil concluir quiénes fueron los verdaderos dueños de esos sufragios, que por lo pronto se adjudican tanto el PRO de De Angeli como el bustismo, pero ambos muestran la foto como propia para posicionarse en la mesa de negociaciones.
No hay quienes alienten a De Angeli a volver a sus raíces de centro izquierda, redimirse de su paso por el PRO y quizás sí, a partir de esa turbulenta decisión, pasar a ser parte del FAUNEN (que la verdad suena feo como para centralizar su marketing futuro) y dar mayor garantía a la posibilidad de desplazar al peronismo del gobierno provincial.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS, en un informe especial de tres páginas)