M.E.C.
(Desde Villaguay, especial para ANÁLISIS)

La actual diputada provincial por el frente UNA se impuso con comodidad en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del último domingo, cosechando más del 40% de los votos. Es un porcentaje que, a priori, puede parecer escaso frente al 70% que logró Fuertes en 2011, pero que sirvió para disipar cierta inquietud que había en su tropa respecto a cuánto le había costado a Fuertes su salida del kirchnerismo.

En la ciudad del centro entrerriano el clima de las PASO fue caballeroso. No hubo acusaciones cruzadas, ni hechos de violencia, salvo las típicas denuncias –sobre todo en las redes sociales- sobre los repartos de bienes a cambio de votos. En este caso las acusaciones no pesaron sobre la Municipalidad –el reducto fuertista- sino sobre el oficialismo provincial.

El gobernador Sergio Urribarri sabía que iba a perder Villaguay. Por eso ni siquiera lo tuvo en cuenta para el diseño de su lista de candidatos a diputados provinciales, donde el departamento finalmente ocupó el sitial número 27, sin chance alguna. No obstante, no estaba dispuesto a regalarle el triunfo a Fuertes y hasta quiso tomar revancha de su “traición”, colocando como su candidato a un dirigente que es hermanastro del intendente de Villaguay y con el que el massista no mantiene una buena relación personal.

El elegido fue Fabián Faust, integrante de su custodia personal, quien no sólo es hijo de Carlos Fuertes sino que tiene con él un parecido increíble hasta en su forma de caminar.

Faust hizo uso de ese recurso y lanzó su campaña con un lema polémico: “Corazón Fuerte”, mezclando la política y la genética. Y no le fue mal: desplazó del segundo lugar al radicalismo y se quedó con alrededor de un tercio de los votos, si se suman los que cosechó por cuenta propia y los alrededor de 500 que aportó Rubén Omar “Pucho” Ríos, quien compitió en la interna del FpV pero con boleta corta y denunció en numerosas ocasiones las “trabas” que le habrían impuesto dentro del esquema oficialista para finalmente permitirle participar.

(Más información en la edición gráfica número 1026 de la revista ANALISIS del 13 de agosto de 2015)