Clelia “Chela” Deharbe de Fontana, integrante de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, falleció en la mañana de este sábado a los 88 años tras sufrir un accidente cerebro vascular. La noticia la dio a conocer la organización y señaló que, a raíz de las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus, no se realizará velatorio.

En 2006, junto a las Abuelas, había logrado la restitución de su nieto Pedro Sandoval Fontana, nacido en cautiverio en 1977. En Twitter, la organización expresó: “¡Hasta siempre querida Chela! Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, te despediremos con un homenaje como merece toda Abuela”.

En el texto se especificó que Chela nació en Seguí, provincia de Entre Ríos, el 28 de octubre de 1931. Allí se casó con Rubén Fontana, junto a quien vivió los primeros años de casados hasta que migraron a probar suerte a Caseros, provincia de Buenos Aires. Chela y su familia se acercaron tempranamente a Abuelas cuando secuestraron a su hija Liliana, embarazada de dos meses y medio, y a su yerno Pedro Sandoval. Aquel episodio ocurrió el 1° de julio de 1977 en la casa que estaban construyendo, también en Caseros.

Su marido Rubén Fontana, quien falleció en 2016, estuvo muy presente en la búsqueda, al igual que sus otros hijos Edgardo y Silvia. En la página de Abuelas revelaron que hasta antes de la cuarentena, Chela viajaba desde Martín Coronado cada semana para asistir a las reuniones de la Comisión Directiva, donde se desempeñaba como segunda vocal.

En las reuniones de los martes, encuentros en los cuales se comparten las novedades y decisiones institucionales, Chela trataba siempre de encargarse de las actividades que se realizaban en la zona oeste del conurbano bonaerense.

“Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, la despediremos con un homenaje como merece toda Abuela. Ahora, a la distancia, abrazamos a Pedro (su nieto) y a toda su familia, que es la nuestra”, remarcaron Abuelas.

“La restitución del hijo de Liliana y Pedro llegó en 2006, de la mano del avance de la genética, que permite tomar muestras de ADN de objetos personales, cuando un posible nieto se niega a la extracción. Aunque al principio fue difícil, Chela, con su dulzura fue acercando a su nieto a su historia. Hasta que un día decidió ponerse el nombre que sus padres habían elegido para él en cautiverio: Pedro Sandoval Fontana”, agregaron en el texto.

La institución remarcó: “La Abuela Chela siguió buscando a los nietos de sus compañeras hasta el último día. Sus enseñanzas seguirán iluminando nuestra lucha. ¡Hasta siempre querida Chela!”

El jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, expresó en su cuenta de Twitter: “Mucha fuerza para los familiares y seres queridos de Chela, y un abrazo a la distancia a nuestras queridas Abuelas".