Sergio Nardelli al salir de la reunión con el presidente Alberto Fernández, tras el anuncio de intervención de Vicentin.
El periodista de Reconquista, Ernesto Arzamendi, se refirió a la situación de la empresa y de la ciudad tras la muerte del CEO de Vicentin, Sergio Nardelli.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Arzamendi planteó que “lo que se hablaba ayer en Reconquista de Vicentin era el conflicto con la algodonera que no se destrabó, porque los textiles tienen un salario de hambre y hubo un cruce porque el sector de aceiteros y desmontadores tomó la representación de los trabajadores”.
En ese marco, comentó que “ayer estuvo el ministro de Trabajo de la provincia y la empresa planteó que no podían tener esa representación por lo que se elevaron todas las actuaciones al Ministerio de Trabajo de la Nación para que dirima la cuestión; es decir que los salarios pasaron a segundo término y la empresa pateó la pelota al córner”.
No obstante, mencionó que “por la noche se conoció esta noticia y cambió todo el eje de la información”.
Respecto de la labor de Nardelli en la empresa sostuvo que “hacía ocho años que estaba como CEO pero más de 30 que trabajaba en la empresa” y pese a la muerte “el modo de conducir Vicentin no va a cambiar”. Agregó que “hay un trípode al frente de la empresa con (Alberto) Beto Padoan, el propio (Sergio) Nardelli y el hermano Gustavo Nardelli, si bien Padoan se corrió un poco y quedó su hijo Máximo”.
Señaló que “Sergio Nardelli era descendiente directo de uno de los fundadores de la empresa Vicentin, era de la tercera generación, y del mismo modo es el sector de la familia Padoan, ya que Alberto está casado con la hija adoptiva de don Pedro Vicentin que es otro de los fundadores, y al ser única hija ella quedó con los paquetes accionarios más grandes que hoy detectan sus hijos”.
“Esto que parece un relato de la serie Dinastía tiene otras aristas. Para el poder de Vicentin, el fallecimiento genera dolor en la gente que lo aprecia pero el problema sigue estando y en tal sentido no hay ningún tipo de conmoción mientras que el juez (Fabián) Lorenzini siga entendiendo en este juicio concursal”, describió.
En cuanto a los últimos días de Nardelli, relató que “el lunes se lo vio caminando en la plaza donde recibió insultos de la gente, el martes cenó en la casa de otro empresario amigo, y el dato es que no se podía mudar de Reconquista ni podía salir del país”.
“Acá la cuestión principal son las causas penales que siguen avanzando. El estudio Moyano y Asociados que sigue las causas en Paraguay y Argentina, son especialistas en vaciamiento de empresas y no son nenes de pecho. La noticia que llega desde Paraguay es que el grupo Moyano ha hecho alianzas con el poder y los trapos van a salir porque el tema Vicentin en Paraguay es grave”, señaló el periodista.
Al respecto, afirmó que “la versión es que no había podido arreglar con el sector judicial y estaba muy preocupado por su situación judicial, a tal punto que le habría advertido a su familia que podía ir preso”. Asimismo, apuntó que “Padoan y Nardelli jamás dejaron de darse besos con (Julio) De Vido, que era el sector con el que hacían negocios”.
Agregó que “acá también hay que analizar lo simbólico, lo que significa Vicentin en el norte de Santa Fe y luego como la empresa más grande de la provincia” y analizó que “desde los ´90 en la época de (Carlos) Menem en adelante, el empresariado argentino cambió porque hubo serias transformaciones de lo que eran las empresas tradicionales, cambió el modo, cambiaron los negocios, los compromisos y se dice que Vicentin en el último balance de 2018 ya debía cinco veces lo que tiene”.
Destacó que “las autoridades serían irresponsables si no miraran la situación de la empresa dada la cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos que hay, y la cuestión de la empresa Vicentin no es menor en ningún lugar”.
Sobre la cuestión judicial, planteó que “el desaguisado de Vicentin se hizo el año pasado después de que perdió (Mauricio) Macri las elecciones, cuando hubo una serie de movimientos con flujo de acciones, divisas y demás a cuentas en el exterior, a cuentas de otros socios, de otras empresas de Vicentin; hubo una aspiración donde se redujo muchísimo lo que era el capital accionario de Vicentin”. “A tal punto que el titular Friar, una de las empresas que se dice que se vendió a un banco holandés, eran dos empresas uruguayas que a su vez eran subsidiarias de Vicentin Family Group. La maraña que se armó y el entramado es terrible”, ejemplificó.
En tal sentido, señaló que “el juez concursal de Reconquista, Lorenzini, estuvo muy bien al sostener su jurisdicción cuando los grandes popes de Rosario querían llevar el concurso a Rosario, pero ahora, cuando espera 40 días hábiles después de haberle pedido dos veces el balance de 2019, lo que hace es venderle tiempo a Vicentin”.
Por último, dijo que “el balance de Vicentin no hay estudio contable que se anime a firmarlo”.