El presidente de la Asociación Educacionista “La Fraternidad”, Héctor César Sauret, se refirió a los 144 años de vida de la entidad y a la labor en conjunto con la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) de la que es rector.

 En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Sauret destacó que “La Fraternidad vivió muchas pandemias: en la Presidencia de Sarmiento fue la fiebre amarilla, y ya se había vivió la experiencia anterior del cólera y a fines del siglo fue la peste bubónica; por eso vale marcar que la convivencia entre educación, salud, enfermedades, políticas sanitarias y garantías constitucionales conforman el núcleo histórico de estos 150 años”.

Consultado por sus inicios en la entidad, contó: “Acompañé a mi padre en la presidencia de la institución como asesor y apoderado jurídico en los trámites para la creación de la Universidad de Concepción del Uruguay, entre 1968 y 1971. En el ciclo en que fui bachiller del Colegio histórico mis compañeros fraternales del interior del país, fundamentalmente de origen mesopotámico, me introdujeron en la vida, la historia y la convivencia de esta muy interesante creación uruguayense que es la Asociación Educacionista “La Fraternidad”, creada por una asamblea de estudiantes en mayo de 1877 como una discrepancia con el presidente Avellaneda y el gobernador Febre que en el marco de problemas de la deuda externa canceló las becas de todos los colegios nacionales del país”.

Recordó que “en esa asamblea nació un socorro mutuo estudiantil que –en palabras de un líder de la Revolución del ’90 Francisco Barroetaveña- indicaba que el socorro debía cooperar con aquellos jóvenes pobres de bolsillo y ricos de inteligencia y aquella consigna de la institución la preservamos, casi 150 años después”.

Planteó que “el mensaje fraternal se produce un 14 de mayo de 1977 en el contexto de la revolución jordanista que había sumergido a la provincia en una profunda guerra civil. Asesinado Urquiza en 1970 la familia entrerriana estaba fracturada, las tropas del Ejército federal que había comandado Sarmiento como presidente y delegado en la figura del teniente coronel Roca habían reprimido a las fuerzas jordanistas agotándolas. En ese marco, los estudiantes del colegio histórico hicieron su asamblea y pronunciaron un mensaje de socorro estudiantil para recomponer el tejido social e histórico de la sociedad por el camino de la educación, con una educación inclusiva. Este mensaje lo retoma Sarmiento y más adelante en la Presidencia de Roca sale la ley 1420”.

En ese punto, rememoró que “el segundo presidente de la Asociación, Francisco Barroetaveña, acompañó a Leandro Alem, fue miembro informante de la 1420, lo acompaña en la Revolución del ‘90 y termina votando la ley Sáenz Peña en 1912 que le abre el camino a Irigoyen. Ese es el núcleo histórico de nuestra institución: educación inclusiva, comprender las crisis sociales y generar una apertura laica en un contexto donde la diversidad religiosa no afecta el proceso educativo”.    

Valoró que “la Universidad generó cinco centros regionales en Gualeguaychú, Paraná, Santa Fe, Rosario, con extensiones áulicas y una intensa actividad internacional recibiendo a estudiantes de Angola (África) y de Colombia y Brasil que estudian medicina” y puntualizó que en la UCU hay “seis facultades con carreras para contador, abogado, arquitecto, ingeniero agrónomo, locución y comunicación, educación física y medicina, funcionando en la sede central en Concepción del Uruguay y sus centros regionales”.

En ese marco, anunció “el lanzamiento de la licenciatura de periodismo digital que se promueve con Tea -Depor Tea que iniciará en agosto” y resaltó que la Universidad tiene “tres posgrados importante: maestría de doble titulación en Ciencias Agrarias junto con la Universidad de Nuevo Brandeburgo, de Alemania; el doctorado en Arquitectura y Urbanismo, y otro Doctorado en el campo de la medicina”.

Agregó que “la institución alberga 600 dependientes docentes y no docentes lo que es un número de actores importantísimo, y la matrícula realizada con 6.500 graduados en 50 años que están en el Litoral y en 14 países, y la actual está conformada por 3.000 estudiantes, el 60% en la sede central y el resto estudiantes degrado y pos grado”

Respecto de la etapa de virtualidad obligada por la pandemia, Sauret mencionó que “la Universidad nace en un contexto de presencialidad pero 30 años después el desarrollo de las nuevas tecnologías que nos llegan a la mediación on line se fue incorporando en forma gradual y la Coneau validó nuestro sistema de educación a distancia en 2019. Sin embargo ese sistema abruptamente tuvo que promoverse el año pasado como consecuencia del aislamiento y de las resoluciones del Ministerio de Educación que dieron un anclaje normativo para que lo presencial migre a distintas formas on line. Nuestra Universidad hoy está desenvolviendo un programa hibrido de componentes presenciales con protocolos sanitarios y una intensa actividad on line, lo cual es común a todo el sistema universitario argentino”.

En otro orden de cosas, mencionó que fue discípulo de Rogelio Frigerio, abuelo del ex ministro del Interior del gobierno de Cambiemos  dijo tener “una cordial relación con Rogelio Frigerio nieto y con su padre Octavio Frigerio”.

En tanto, dijo sentirse “preocupado y ocupado” por la realidad provincial. “Lo que más me preocupa es que la relación de empleo y salario no acompaña el crecimiento de la retención demográfica. En la Gobernación de Raúl Uranga Entre Ríos tenía menos de un millón de habitantes, en el segundo mandato del gobernador Gustavo Bordet Entre Ríos oscila entre 1.400.000 y 1.600.000, y ese proceso de crecimiento demográfico que ha sido positivo en general  adolece de dos dificultades sustanciales: la primera es que sus grandes concentraciones urbanas están siendo también concentraciones de altos niveles de pobreza, desnutrición infantil y desprotección de los ancianos”, explicitó.

“El coronavirus es una enfermedad que castiga más en la pauperidad, falta de agua, falta de higiene, hacinamiento y caída del salario. La Tarjeta Alimentar que el ministro (de Desarrollo Daniel) Arroyo coloca en el inicio del gobierno de Alberto Fernández en Concordia fue una contribución pero los indicadores de pobreza extrema y subalimentación en Concordia, Paraná y Gualeguaychú son indicadores que no se resuelven con tarjetas. El punto central es que la tarjeta llega a los censados pero la población no censada es mayor”, describió.

Y agregó que “el desarrollo industrial y agroindustrial de Entre Ríos necesita políticas de promoción, y las tasas de desocupación y el crecimiento de los índices de pobreza y subsidio alimentario indica que más de 17 millones en una  población de menos de 45 millones esta fuera del mercado”.