Fernando Moreyra deberá esperar un nuevo juicio en su contra pero bajo arresto domiciliario. Así lo resolvió la Justicia tras la anulación de su condena a prisión perpetua por el homicidio de su abuelo, Francisco Coronel. 

Fue una decisión de la Cámara de Casación compuesta por Marcela Badano, Marcela Davite y Hugo Perotti, mismos jueces que en diciembre anularon la sentencia del tribunal de primera instancia que condenó a Moreyra, cuyo fallo encontraron escueto y sin la debida contextualización del hecho. 

Tras aquel fallo de Casación, el nuevo abogado defensor de Moreyra, Patricio Cozzi, solicitó que sea excarcelado y/o en su defecto se morigere la modalidad de arresto preventivo. Este último pedido fue concedido por los magistrados y dispusieron que Moreyra aguarde el segundo juicio en su contra bajo arresto domiciliario y tobillera electrónica. 

"Sustituir la prisión preventiva oportunamente dictada al imputado Moreyra por arresto domiciliario con la provisión de tobillera electrónica. En el caso de que el Servicio Penitenciario no pueda proveer este medio (la tobillera) se deberá garantizar el control policial periódico", expresaron los magistrados en su resolución. 

Asimismo, se estableció como condición de vigencia de la medida, la prohibición de comunicarse o realizar  actos molestos o perturbadores, por sí o por interpósita persona, por cualquier medio, hacia familiares afines de la víctima de autos o testigos de la causa. De esta condición, deberá notificarse a las Comisarías de las jurisdicciones de los domicilios de los testigos de la causa.