Mientras en Concordia se precipitaba una copiosa lluvia, vehículos de Gendarmería Nacional volvieron a hacerse presente este sábado por la mañana en la inersección de las calles Dr. Pedro Sauret y Entre Ríos, la esquina donde está ubicada la casa de familia del exsenador Edgardo Kueider.

La novedad sorprendió a propios y extraños, porque ese mismo sitio ya había sido allanado varios días atrás. Según pudo saber el portal El Entre Ríos, al igual que en la primera ocasión, el procedimiento fue ordenado por el Juzgado Federal de San Isidro, a cargo de la Jueza Sandra Arroyo Salgado.

Este nuevo allanamiento a la residencia familiar de Kueider ocurre apenas un día después de que la misma magistrada dispusiera el allanamiento del despacho que usó en el Senado, lo mismo que a oficinas de sus asesores.

El protagonismo de la Justicia Federal tiene por telón de fondo una disputa de jurisdicciones, puesto que Arroyo Salgado ha reclamado que la causa que investiga el presunto enriquecimiento ilícito de Kueider, en trámite en los tribunales de Concordia, sea derivada a San Isidro, pretensión que un abogado del exsenador ha avalado.

Las actuaciones de Arroyo Salgado tienen origen en la auto-denuncia por pago de sobornos que hiciera la empresa multinacional Securitas. Parte de esos sobornos habrían sido abonados por los hermanos Tortul de Paraná a la empresa estatal Enersa, en tiempos en que Kueider era secretario de la Gobernación durante la gestión de Gustavo Bordet. Indicios probatorios alimentan la hipótesis de que el concordiense habría recibido dinero de esos sobornos, algo que el acusado niega rotundamente.

Los restantes procedimientos fueron en cercanías de la intersección de calles La Rioja y Carriego y en un Instituto Interdisciplinario de Rehabilitación situado sobre calle Güemes, entre 25 de Mayo y Sarmiento.