El exdefensor del Pueblo de Paraná, Luis Garay, se refirió al proceso de designación del nuevo representante de los ciudadanos de la capital provincial y analizó el trabajo realizado cuando estuvo al frente de la institución.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), destacó que “es muy interesante la cantidad de gente que se presentó y es muy bueno para la sociedad y para Paraná”. Recordó que “se presentaron 27, en 2009 nos presentamos 25 y en 2014 solamente cinco; esto de alguna manera está diciendo que es una figura importante”.

“Por lo que pude ver los candidatos tienen currículum importante como para poder acceder a la Defensoría. Desde afuera lo veo con alegría y siguiendo todo el proceso, que por lo visto hasta ahora viene con mucha transparencia”, definió.

Sobre el proceso de selección, marcó que “las audiencias son lo más interesante porque implica escuchar ‘in voce’ a cada uno en el recinto defendiendo su proyecto y mostrando cual es la impronta que le quiere dar a la institución al margen del proyecto escrito, que es algo que se puede escribir convencido de que es lo mejor para la institución pero cuando lo tiene que exponer y defender realmente se sabe si tiene conocimiento y hacia adónde va”.

Sobre la definición del nuevo defensor, dijo desconocer “qué criterio tomarán hoy los concejales” pero recordó que “de las dos veces que me tocó atravesar el proceso, la primera vez en la audiencia pública sentí que ahí fue donde llegué a los concejales porque no me conocían y si bien conocían mi proyecto se empezaron a interiorizar cuando lo defendí; la segunda vez, ya la elección tuvo más que ver con el currículum porque tenía cinco años de experiencia y fue otra la elección que hicieron”.

“Hoy todo es muy parejo; no sé si Pablo Donadío sigue como candidato que hace 10 años que está en la Defensoría, y por lo que ví algunos postulantes tienen antecedentes y currículum para presentar un buen proyecto, para defenderlo y para poder hacer después una buena gestión”, opinó.

Cuestiones pendientes

Consultado por las cuestiones pendientes que le quedaron como defensor, apuntó que “la parte presupuestaria no pudimos lograr en estos años que el presupuesto sea acorde con la institución, y nos quedaron un montón de proyectos que teníamos en mente como la promoción y difusión de derechos, con folletería y con trabajo en los barrios”.

“Nos imaginábamos una Defensoría con un móvil para poder estar toda las tardes en las vecinales, recorriendo la ciudad, y eso es materialmente imposible si no hay un presupuesto que lo acompañe. De hecho, en los medios de difusión siempre se trabajó con voluntarismo, nunca se pudo ni siquiera pagar una pauta que hable sobre los derechos de los ciudadanos. Como sostuve en todo momento, es muy cruel cuando la gente no sabe que tiene derechos, la única manera de trabajar esto es promocionándolos y eso tiene costos”, ejemplificó.

Agregó que “el tema del transporte y de las personas en situación de calle son dos cuestiones en las que nunca los funcionarios nos escucharon; porque teníamos una mirada diferente a lo que se venía gestionando en las tres intendencias en que nos tocó estar al frente”.

Respecto de las personas en situación de calle apuntó que “se hacían cosas, pero lo hacían con una mirada desde la caridad, que solo atendían la problemática durante los meses de invierno, con un plato de comida y tres meses al año, cuando nosotros entendíamos que debe haber un dispositivo todo el año, abierto, con un centro de día para poder trabajar la inclusión de estos ciudadanos, que no son muchos”.

Por otro lado, marcó que “en el tema del transporte que me había puesto muy contento cuando las consultoras hicieron un trabajo serio en Paraná, pero que luego no se aplica. Desde la Defensoría nos cansamos de hacer recomendaciones, reuniones, pedidos y notas, pero al Estado le faltó el poder de policía para decirle a la empresa que es quien regula el tema y tiene la manija de la situación”.

En este sentido, reconoció: “A estas cuestiones las sentí como una debilidad de la institución al no poder resolverlas y ojalá el defensor tenga herramientas para poder trabajar más en estos temas que son tan sensibles para la ciudad”.

En cuanto a las facultades que tiene la Defensoría, Garay comentó que “hay un proyecto presentado hace muy poco para modificar la ordenanza, que estaría bueno que se empiece a tratar en la nueva gestión, que tiene que ver con las facultades y con la legitimidad procesal, que es la posibilidad de accionar judicialmente en representación colectiva desde la Defensoría. Además está incorporado un presupuesto como porcentaje del presupuesto que tiene el Concejo Deliberante, sea el uno o el 10% pero que sea fijo para no tener que estar peleando todos los años por el presupuesto”.

Aseguró que “tener más facultades garantizaría a la institución y respaldaría el trabajo del Defensor” aunque aclaró que “de todos modos, en algunos accionamos judicialmente, porque buscamos una salida como trabajar con ONG como la entidad de consumidores y usuarios cuando hicimos los amparos por las tarifas de luz y gas. Lo hicimos, pero siempre corriendo el riesgo de que nos digan que no tenemos la potestad para plantearlo judicialmente”.

Qué hacer con el transporte

Sobre el problema con el servicio público de transporte que tuvo varias semanas sin servicio,  Garay indicó que “en otros lugares las reacciones de la sociedad ante una vulneración de derechos son inmediatas, y acá parecía que la sociedad no quería comprometerse en el legítimo reclamo de los trabajadores pero tampoco se le exigió al municipio que dé una respuesta”.

“Desde hace mucho tiempo hace falta un plan B y de alguna u otra manera estamos rehenes de sectores empresariales que desde hace muchos años están en el tema del transporte. Me parece que hay que ir pensando alternativas de la ciudad para que los rehenes no sean los usuarios del transporte, que en definitiva son los que más se perjudican. De una vez por todas hay que implementar otros sistema de transporte y para eso no hay que inventar nada, solo hay que mirar a Rosario, Salta, Mendoza, y empezar a trabajar alternativas; sentarse con empresarios y trabajadores y ver cuáles son las necesidades concretas pero que eso no se le cargue al usuario aumentando el boleto para que los números cierren para los empresarios”.

“Hay que empezar a trabajar en reclamos concretos por los subsidios a nivel nacional que se quitaron, pero lo cierto es que hoy la Municipalidad de Paraná no está pudiendo y la provincia sólo cumple con el 50% que era lo acordado; hay un cuello de botella que tiene que empezar a solucionarse con el diálogo de todas las partes”, analizó.

“Si la solución siempre pasa por aumentar el boleto para que el servicio sea bueno, no es solución; primero hay que discutir el servicio con todo lo que significa y después seguramente el usuario no tendrá problemas de pagar un poco más, si está dentro de las posibilidades de su ingreso”, planteó.

Defensor de Adultos Mayores

Al respecto, destacó que “la figura es muy importante pero hay que entender que no es un área de Adultos Mayores como ya tiene el Ejecutivo, sino que se actúa cuando el Ejecutivo no cumple con las responsabilidades que tiene sobre los adultos o hay derechos vulnerados hacia ellos”.

Aclaró que “no se trata solamente a los jubilados sino a todas las personas mayores” y como ejemplo mencionó que “hoy en la plaza hay varios adultos mayores que viven ahí con toda la vulneración de sus derechos y no hay una institución que los esté acompañando; con lo cual es una figura sumamente importante”.