El periodista de Santa Fe, Guillermo Tepper, describió la situación de la capital provincial tras las medidas restrictivas aplicadas el pasado viernes para evitar la propagación de contagios de coronavirus.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Tepper comentó que la situación “se está viviendo con mucha tensión, porque desde el anuncio del viernes a nivel provincial –aunque no se quiere utilizar la palabra fase- se retrocede en las actividades que se venían desarrollando de manera casi normal y se generó una serie de protestas que se multiplican día a día frente a Casa de Gobierno, con gente de clubes, gimnasios, profesiones liberales, peluqueros, y demás”.

“Esto se manifiesta en el mal humor del comerciante de todo tipo, porque a partir del sábado se modificó el esquema con avenidas abiertas en un horario determinado y el microcentro cerrado, lo que generó un fenómeno social para analizar que en muchos casos se podría definir como de una desobediencia civil; de aquellos que decidieron abrir igual porque necesitan trabajar”, sentenció.

Y agregó que “este es el panorama que se ve a esta hora en la ciudad, donde Santa Fe es una ciudad casi normal a pesar de todas las restricciones”.

En cuanto a los controles, mencionó que “más allá de algunos comercios de la Peatonal que fueron inspeccionados, el procedimiento aparte de las actas de infracción tiene que ver primero con una sugerencia, la otra instancia es la discusión y el enfrentamiento que se vio en muchos lugares, no solo en comercios sino también en fiestas clandestinas, en locales con 40 a 50 personas a pesar del decreto de prohibición de reuniones sociales”. En este contexto, definió que “en la calle se ve una suerte de desobediencia civil, lo que preocupa a las autoridades”.

Informó que este martes “habrá una movilización de hoteleros y gastronómicos que plantean estar quebrados, a pesar de que estuvieron abiertos durante dos meses trabajando con todos los protocolos”. Describió que “en ese tiempo los bares estuvieron llenos, incluso estimulado desde el propio gobierno con el objetivo de evitar las reuniones sociales privadas, porque son el principal foco de contagios. Ahora eso se quebró y provocó la furia de los comerciantes”.

Ante ello, planteó que “la postura del gobierno es que se siguen las instrucciones de los epidemiólogos, especialistas y comité de expertos que afirman que  Santa Fe entró en circulación comunitaria”.

Como ejemplo, sostuvo que “el jefe del Laboratorio Central de Santa Fe nos informó esta mañana que se hacen por día un promedio de 400 análisis en este laboratorio que abarca a toda la zona centro norte de la provincia, y de ese total hay aproximadamente un 30% de casos positivos, lo que significa – haciendo una proyección a futuro- que está casi en jaque el sistema sanitario”.

En cuanto a la internación, apuntó que “las camas en los efectores públicos no son muchas y en este momento el nivel de ocupación más crítico lo tiene Rosario, que está prácticamente al límite y la semana pasada llegó a un 95% de ocupación en el ámbito público”.

“En Santa Fe todavía no se llegó a ese nivel, según el jefe del hospital Cullen que es el efector central de la ciudad, todavía hay capacidad de recepción”, explicitó.

De todos modos, indicó que “el problema se está localizando en otros lugares con aglomeración de personas como las cárceles, donde ya hay cuatro positivos y más de 15 aislados en una de las cárceles de la ciudad lo que genera gran preocupación por el nivel de propagación que esto puede tener y por lo que significa el aislamiento del personal que tiene que cuidar a los internos con Covid”.

Sostuvo que “en Santa Fe no hubo liberaciones de presos en situación de riesgo, pero desde el principio se aisló todo, se prohibieron las visitas, recientemente se prohibió el mate y el personal sospechoso es llevado a una Colonia Penal en Recreo donde se los aísla y se trata a los positivos”.

En cuanto a la relación entre el intendente de Santa Fe, Emilio Jatón, y el gobernador Omar Perotti –de diferente signo político- Tepper sostuvo que “hasta las últimas decisiones iban de la mano, y a su vez Perotti iba de la mano de Alberto Fernández, ya que no ha tenido un criterio propio”.

“La consonancia era bastante en sintonía con lo dispuesto a nivel nacional, que en un momento se apartó del interior del país y allí Santa Fe recuperó gran parte de la actividad. Pero en las últimas medidas, a Jatón no se lo vio con buena cara porque según se supo él no quería ir para atrás y pretendía mantener a la ciudad de Santa Fe en sus niveles de actividad pero desde el equipo asesor médico del gobierno de la provincia le sugirieron que ante la falta de nexo epidemiológico había que cerrar y finalmente cerró”, explicó.

Por último, dijo que “en Santa Fe los geriátricos tienen una habilitación municipal para determinar las condiciones del lugar pero el municipio no tiene el control sanitario de esos lugares”.

“La Municipalidad no tiene el control sanitario de los geriátricos y allí podría ser un problema el nivel de contagios que pueda haber. Hasta el momento no se presentaron mayores inconvenientes pero tampoco la provincia y la Nación tienen suficiente personal como para aislar enfermos de Covid. En Rosario sí se dio pero en Santa Fe todavía no significa un gran problema”, concluyó.