Desde finales del año pasado la relación estratégica del legendario Partido Comunista y el kircherismo pasa por un proceso de tensión por la designación por parte del Poder Ejecutivo del teniente general César Milani al frente del Ejército. En su momento el PC había publicado un documento que solicitaba la revisión de dicha medida, ya que Milani está siendo investigado por responsable y cómplice de la última dictadura cívico militar en la provincia de La Rioja. De hecho, el teniente general forma parte del libro Nunca Más de dicha provincia, como así también su nombre está dentro de los integrantes del nefasto batallón 601.
Mientras que desde el gobierno nacional y sus militantes defienden a Milani basándose en el principio de inocencia, los sectores de izquierda opositores denuncian su participación en la dictadura desde que el ejecutivo lo propuso para comandar los destinos del Ejército. A esta crítica se había sumado, desde el interior del kircherismo, el Partido Comunista aunque sus expresiones no fueron oídas por el oficialismo.
Este problema, sumado a la reciente destitución de su cargo de directora provincial del AFSCA, María Reynoso, por parte de quien dirige la autoridad federal a nivel nacional, el ex dirigente del PC, Martín Sabatella, habría tensionado aún más la relación entre las fuerzas, provocando una posible ruptura entre las mismas, según informó el matutino Clarín durante la mañana de este lunes.
María Reynoso, abogada riojana y militante del PC, es querellante en tres de las causas de lesa humanidad que investigan a Milani. La dirigente le dijo a Radio Mitre que quienes orquestaron su despido fueron el gobernador de la provincia de La Rioja, el ex menemista Beder Herrera y el secretario de Legal y Técnica, mano derecha de CFK, Carlos Zannini. “Hay una comunicación telefónica del director nacional donde plantea mi postura contraria a los gobiernos nacional y provincial”, remarcó en sus declaraciones la dirigente del PC.
La dirigente sostuvo que le “le honra totalmente” y que va a “seguir defendiendo a los trabajadores y toda la política de derechos humanos”. Fue su hermana Viviana Reynoso, abogada de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, quien, dos semanas antes de que el Ministerio de Defensa eleve al Senado el pliego de ascenso de Milani -en julio de 2013- le mandó al titular del organismo, Martín Fresneda, una detallada documentación acerca de los antecedentes del militar durante la época de la represión ilegal. Sin embargo los dichos del funcionario fueron inesperados para quienes saben de las relaciones de Milani con la última dictadura cívico militar: “No es mi obligación de funcionario público determinar si una persona es un criminal de lesa humanidad”, se excusó esa vez, Fresneda por radio.
Desde el PC afirman que la relación está tensa, a pesar de coincidir en las políticas internacionales del kircherismo. Aparentemente los conflictos, además de lo de Milani, sería el ajuste a los trabajadores a través de la devaluación y la sanción de la Ley Antiterrorista, propuesta por el organismo financiero internacional GAFI, que duplica las penas a quienes sean considerados “terroristas” por la arbitrariedad de cada juez, transformando delitos excarcelables en merecedores de prisión.