Empleados de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) realizaron una asamblea y un abrazo simbólico este martes por la mañana frente a la sede central del organismo, ubicada en calle Buenos Aires de Paraná. La medida se enmarcó en una serie de acciones con las que buscan visibilizar su preocupación por la situación actual de la gestión, a la que acusan de “falta de previsibilidad” y de implementar “reestructuraciones sin criterios claros”.

La actividad, que no incluyó cortes de calles, contó con el apoyo de delegados de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Uno de ellos, Ariel Mamone, manifestó ante Canal Once que “no se trata de un reclamo salarial”, sino de una serie de irregularidades que se vienen advirtiendo desde hace más de un año.

“Planteamos el acompañamiento de los trabajadores a la nueva gestión, pero con el tiempo comenzaron a producirse reestructuraciones internas, traslados sin explicaciones y despidos de compañeros que vienen cumpliendo funciones desde hace años”, detalló.

Despidos y precarización laboral

Uno de los puntos más sensibles del reclamo tiene que ver con la finalización de contratos de 17 trabajadores. Según explicó el delegado, se trata de empleados con distintas modalidades contractuales, que desempeñaban tareas esenciales dentro de la estructura de ATER.

“Son profesionales que trabajan hace 6, 7 u 8 años. La planta se achica cada vez más y esto genera incertidumbre. Hoy tenemos alrededor de 400 trabajadores en total, de los cuales unos 60 son contratados, y no saben si van a renovar sus contratos”, expresó.

El delegado gremial señaló además que no se observa una distribución equitativa del ajuste. “Nos comunicaron que renunciaron dos subdirectores que ni siquiera conocíamos. Si hay un recorte, también debería alcanzar a la planta política”, apuntó Mamone.

Digitalización sin transición

Otro de los puntos que generó malestar fue la eliminación del reparto físico de boletas impositivas. “No cuestionamos la digitalización, la acompañamos, pero no se puede cortar de un día para el otro. Para el entrerriano común, tener la boleta física es esencial para pagar los impuestos”, enfatizó el delegado. Y añadió: “Lo planteamos y recién ahí lanzaron una campaña de difusión, pero sin explicar cómo se va a instrumentar el nuevo sistema”.

La falta de planificación adecuada en este proceso, según advirtieron los trabajadores, también afecta la recaudación tributaria. “Sabemos que no tenemos el trabajo más agradable de la provincia, pero cumplimos un rol esencial. La ATER sostiene el sistema de salud, la educación y toda la estructura del Estado”, argumentó.

Medidas progresivas y cuidado al contribuyente

Consultado por las medidas adoptadas, Mamone aclaró que se trata de “una retención de servicios” y “un abrazo simbólico en defensa del organismo”, y que buscan no perjudicar a los contribuyentes. “No queremos afectar a quienes pagan los impuestos. De hecho, pensamos en hacer atención en la calle para sostener el servicio”, dijo.

Los pasos a seguir serán definidos en una nueva asamblea. “Lamentablemente no hemos sido convocados por las autoridades provinciales. No queremos llegar a esta instancia, pero no vemos voluntad de diálogo”, concluyó.

La actividad contó con la participación de trabajadores de distintas reparticiones de la ATER, quienes se concentraron frente al edificio central en señal de unidad. Desde ATE anticiparon que continuarán con acciones para exigir respuestas a los planteos realizados.