Un breve análisis tras el anuncio.
Por Rogelio Alaniz (*)
No le reprocho a este gobierno que se proponga proteger a la gente, le reprocho que con sus decisiones está dejando a la gente a la intemperie; no le reprocho sus medidas de seguridad, sino su incapacidad para garantizar la seguridad; no le reprocho sus proclamas de asegurar el orden, le reprocho que con sus decisiones solo está en condiciones de alentar el desorden; no le reprocho los cierres, le reprocho que el cierre sea su exclusiva estrategia; no le reprocho que nos priven de libertades en nombre del Covid y de la emergencia, le reprocho que se aprovechen del Covid y la emergencia para gestionar la libertad de los delincuentes kirchneristas con José López a la cabeza; no le reprocho que declame luchar contra el Covid, le reprocho que lo haga mal; no le reprocho sus simpatías por la nacionalidad de alguna vacuna, le reprocho su impericia para obtenerlas y le reprocho que las pocas obtenidas hayan tenido como destinatarios privilegiados a sus incondicionales; no le reprocho el gobierno, le reprocho el desgobierno; no le reprocho al gobierno y a sus seguidores que se digan progresistas, le reprocho que en nombre del progresismo y de sus valores saquen al ejército a la calle y cierren las escuelas; no le reprocho que sean progresistas, conservadores, monárquicos o populistas, les reprocho que sean impiadosos, impotentes e insensibles.