El ex convencional constituyente y ex legislador provincial, Juan Carlos Arralde, analizó lo ocurrido con la selección del nuevo presidente del Tribunal de Cuentas y también criticó la realidad de los organismos de control de la provincia.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Arralde afirmó que “no genera ningunas sorpresa la selección de Lara para conducir los destinos del Tribunal de Cuentas”. “No me mueve a sorpresa en lo absoluto; era muy previsible y siempre vimos desde el inicio del proceso concursal que el diputado Lara era el preferido del Poder Ejecutivo, concretamente del gobernador (Gustavo) Bordet, para ocupar ese lugar vitalicio así que no estoy sorprendido para nada”, refirió.

Sobre el futuro del organismo, analizó: “Lo que veo con una mirada de ciudadano común, es que el gobernador Bordet perdió una exquisita oportunidad para ofrecerle a la institucionalidad entrerriana la incorporación de profesionales de carrera en el organismo. El Tribunal de Cuentas es el único órgano externo de control de todas las cuentas públicas y es eminentemente técnico, y en el concurso pujó mucha gente que son profesionales de carrera. Concretamente los ternados junto con Lara, Nancy Vinagre y Federico Tomas son personas de excelente formación académica, con muy buena preparación técnica y no tienen ese grado de sospecha de pertenencia partidaria tan acentuada como la que exhibe Lara”.

Ante esto, consideró que “habrá evidentemente conflictos de intereses con este hombre porque, solo hay que pensar en la evaluación, el auditamiento y la aprobación que puede hacer de las cuentas de la Legislatura en los últimos 10 años –de 2008 a 2018- que está bajo la lupa de los fiscales en la causa de los contratos truchos y que es una etapa en que Lara integró como diputado provincial”.

En ese sentido, planteó que “hay una prueba de fuego de cómo actuará el presidente del Tribunal de Cuentas con semejantes cuentas, se trata de miles de millones de pesos, va a estar sentado sobre un expediente caliente, y habrá que ver cómo va a actuar, con qué grado de independencia funcional y que objeción de conciencia tendrá con este tema, en el que puede haber involucrado algún nombre importante que debe estar sospechado. Me pregunto cómo actuará Lara y qué grado de independencia tendrá, porque es miembro de la Legislatura que es una corporación con intereses creados, y todo esto mueve a sospecha”

Asimismo, apuntó que “Bordet ha perdido una oportunidad de demostrarle a la sociedad de que lo que pregona como que en Entre Ríos funcionan las instituciones y dar una prueba cabal de que esto puede ser así”. “Y esto sin desmerecer las condiciones personales del postulado, no tengo nada que decir del doctor Lara, pero en todo caso conozco y doy fe que hay profesionales muy bien formados que podrían haber honrado la Presidencia. Incluso hasta por una cuestión de género, tan enarbolada por el oficialismo con la ley de Paridad, y cuando había una única candidata mujer postulada, hubiera podido ocupar ese lugar”, aclaró.

De todos modos, remarcó que “al poder no le gusta nunca que lo controlen demasiado y por eso pasan estas cosas”.

En ese contexto, también planteó la preocupación por los organismos de control y sostuvo que “en 2008 cuando se discutió con mucha seriedad el tema de la autonomía funcional y de la independencia de los organismos de control, a tal punto que se le otorgó una sección completa de la Constitución que está muy linda, muy prolija y hermosamente explicada pero a más de 10 años hay leyes no sancionadas como la nueva ley del Tribunal de Cuentas, no hay un Tesorero General de la provincia y todo eso no es casual, sino causal”.

“Acá hay toda una estrategia destinada si no a vaciar de contenido a los organismos de control pero sobrevuela que la idea es que no se haga demasiado ruido, porque al poder nunca le gustó que lo controlen y no se está cumpliendo la manda de la Constitución provincial porque no hay ni leyes de la Contaduría General de la provincia, de la Tesorería ni del Tribunal de Cuentas. Todo un catálogo de instituciones nuevas o que hay que modernizar porque son muy vetustas y nadie ha metido mano ahí, y evidentemente nadie lo quiere hacer”, describió.

Definió que “la despreocupación es respecto a regular la institucionalidad de la provincia, hay una modorra legislativa desde hace muchos años, y sobretodo en las instituciones que tienen que ver con el control del poder, con la fiscalización del gasto y todo lo que incumbe a la inversión de la renta es lo que básicamente no está reglamentado, pero tampoco otras cuestiones como la paridad de género que llega tardísimo cuando podría haberse sancionado antes. No hay una vocación talvez ni intención de la mayoría en tratar estos temas”.

Al respecto, apuntó que “esta línea se consolida o agudiza desde diciembre del año pasado cuando los nuevos aires que se hacen cargo de la Nación, sumado al contexto de la pandemia que genera una toda excusa normativa para gobernar por decreto y sin demasiado control del Congreso, baja una línea nacional. Y también el Poder Judicial no está aislado del contexto ni del sentir de la sociedad, no es un poder absolutamente desapegado de la realidad social y de alguna manera sigue esa línea. Ojalá nos sorprenda, hay muchísimas investigaciones en curso que están inexplicablemente paralizadas y sería bueno que se puedan retomar”.

Finalmente, analizó que “esto tiene que ver también con el desapego social que hay hacia las investigaciones de este tipo de causas porque la gente está más preocupada por el día a día, por poder llegar a fin de mes, y visualiza estas cosas de corrupción como algo de la política y no cree demasiado en las instituciones, la gente no cree que la justicia pueda meter preso a los que se han robado el erario público. La gente definitivamente no cree en las instituciones y es una pena”.