El juez determinó una condena de prisión perpetua para Jonathan Eduardo Rivero. El jurado lo había declarado culpable del homicidio agravado/femicidio de su ex pareja.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.