
El duelo gozó de un arranque eléctrico que no tuvo que ver con el resto del periodo inicial. Al minuto, la defensa de All Boys falló ante un pase en profundidad de Erviti y Cvitanich convirtió. No obstante, el línea Alejandro Castani pudo detectar que el delantero había acomodado la pelota levemente con el brazo derecho en el cruce con Soto y el tanto fue anulado.
Después el ritmo de juego fue cansino y, como consecuencia, costó ver emociones en la primera parte. Sorpresivamente, la zaga de Boca dio algunas concesiones poco frecuentes en el Apertura, pero All Boys no tuvo contundencia para aprovecharlas. El pasaje clave llegó a los 22 minutos, primero, Matos se fue mano a mano con Orión tras una falla de cálculo de Schiavi, pero no pudo gambetearlo. Y en la réplica, Cambiasso le dijo no a Mouche.
El Xeneize no se mostró cómodo ante el planteo ordenado de su rival y pudo encenderse sólo con ráfagas. Algunas del criterio de Chávez, otras de la velocidad de Mouche. En tanto, Clemente intentó asociarse con Erviti como siempre, aunque Sánchez y Rudler reforzaron la marca en esa zona. Recién a los 42 minutos hubo otra chance nítida para el local: Mouche desbordó por izquierda y Cvitanich cabeceó por arriba del travesaño.
Si la visita tenía un plan mezquino, todo se potenció a los tres minutos del complemento por una infantil expulsión del uruguayo Rodríguez (agredió a Schiavi sin pelota y volvió a ver la roja). A partir de allí, el campeón (con Sosa por Clemente desde la reanudación) se acomodó mejor y amplió su menú ofensivo con el ingreso de Blandi por un fatigado Rivero, un riesgo lógico que eligió tomar Falcioni.
Cvitanich volvió a coquetear con el gol a los 20 minutos, cuando definió tras eludir a Cambiasso. Sin embargo, un defensor del visitante cerró justo a tiempo y mantuvo el empate parcial. Boca buscó el festejo con la tranquilidad de saber que el 0-0 le bastaba para cumplir sus metas. A los 28', el estadio se puso de pie para aplaudir a Battaglia, que entró por Mouche y se convirtió en el jugador con más títulos del club (17).
Agazapado y en plena resistencia, All Boys dejó pasar una oportunidad increíble a los 29 minutos, Schiavi falló un pase en una zona determinante y Matos volvió a marchar rumbo a Orión, era el gol que arruinaba el invicto, pero la pelota se fue desviada después del remate cruzado. Tras el tirón de orejas, Boca fue por todo y acabó con el suspenso a los 33 minutos: Erviti metió un preciso centro frontal y Cvitanich conectó de cabeza para sacarse la mufa.
Con el apego de siempre al espíritu colectivo, Boca logró la meta que lo motivaba luego de la consagración. Los libros dorados del fútbol argentino reconocerán a este equipo como el sexto campeón sin caídas (San Lorenzo en el Metropolitano 82 y Nacional 72, Ferro en el Nacional 82, River en el Apertura 1994 y Boca en el Apertura 1998, los otros). Además, atrás quedaron los siete goles en contra del Vélez campeón del Clausura 1993, hasta el domingo el menos vencido. La fiesta fue completa y parece no tener fin.