Aunque cueste creerlo, los primeros 15 minutos del Ciclón entusiasmaron. Romagnoli, Bazán y Méndez se asociaron con movilidad y asumieron la iniciativa. Por detrás de ellos trabajó a destajo Kalinski para empujar al equipo al campo rival. Gigliotti tuvo movilidad y también entró en acción. En ese periodo favorable para los de Boedo, Sara dijo presente. En la situación más clara, Tula ganó de cabeza y el arquero la mandó al córner.
San Lorenzo había encontrado un camino vinculado a la paciencia y el juego colectivo, aunque se perdió con el correr de los minutos hasta volver a su triste presente. Rafaela ajustó las clavijas por las bandas y, de la mano del entrerriano Federico González, empezó a dar vuelta la historia. En un duelo reñido, la Crema tuvo dos chances claras de irse al vestuario en ventaja, pero ni Castro ni Gandín tuvieron contundencia.
La lesión de Palomino, quien estaba jugando un buen partido, le complicó los planes al técnico Asad. Bazán, uno de los más picantes con sus corridas a espaldas de Serrano, debió retroceder como lateral izquierdo y su aporte ofensivo se diluyó. También se destiñó el fútbol de todo el elenco local, que terminó el primer tiempo envuelto en reproches de los plateístas. A partir de allí se empezó a gestar la nueva derrota.
Las urgencias de San Lorenzo se potenciaron en el complemento. La hinchada empezó a presionar y los de Asad asumieron la iniciativa. Romagnoli tomó el volante con decisión para conducir, pero no tuvo socios que hablaran su mismo lenguaje creativo. A los 15’, el DT se la jugó con Romeo y Sebastián González. Y en la primera jugada que se conectaron, casi llega el primero. El mediocampista envió un centro que el goleador conectó de cabeza. Los aplausos fueron para Sara, notable al taparle el tiro al delantero. En el rebote, Alvarado la tiró afuera.
Luego de la clara chance de gol del anfitrión, llegó el golpe de Rafaela a los pocos segundos. Fede González aprovechó los espacios vacantes en el lateral izquierdo de la defensa y tiró un centro al área que Gandín transformó en gol a los 23’. Bottinelli estaba fuera del campo porque lo atendían los médicos tras un golpe y, por ese costado, llegó el cachetazo santafesino. En definitiva, la Crema hizo en un ataque lo que su rival intentó efectuar durante todo el segundo tiempo. Oportunismo, suelen decirle.
El final fue para el infarto y San Lorenzo pasó de la ilusión a la bronca en escasos segundos. A los 43’, Sebastián González igualó tras una genial asistencia de Romagnoli. Sin embargo, el 2-1 llegó a los 45’ luego de un error de cálculo de Bottinelli y una aparición de Federico González.
Y en el cuarto minuto de descuento, Bazán le hizo penal al Chipi Gandín para cerrar la noche patética del Ciclón en esa zona del campo. Romeo vio la roja por protestar y Castro sentenció el resultado desde los 11 metros. Mientras Rafaela vive su sueño, San Lorenzo se desangra en su pesadilla.