A sus 22 años se le presenta una chance que marcará un antes y después en su carrera, independientemente del resultado. En caso de ganar, se podrá catapultar a los primeros planos y le permitirá tener más posibilidades de combatir internacionalmente; pero también es consciente que si pierde su camino en el boxeo profesional puede volverse cuesta arriba.
Se trata del púgil paranaense Marcos Martínez, quien tendrá la oportunidad de alzarse este viernes con el título mundial juvenil de la categoría Pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Maquinita combatirá a 10 rounds en el estadio Aldo Cantoni de San Juan frente al rionegrino Gabriel Olivares (en principio iba a pelear contra el uruguayo Cristian Torres, pero el miércoles por la tarde se modificó el adversario). El pleito será televisado por DIRECTV Sports en la medianoche.
El zurdo peleador llega a este compromiso invicto tras 12 peleas profesionales en las que se impuso en todas, cuatro de ellas por nocaut. Sin embargo, no se sube oficialmente a un ring desde octubre del año pasado (le ganó en la capital entrerriana por KO en la séptima vuelta sobre Miguel Canido), ya que sufrió un accidente automovilístico que, si bien no fue grave, interrumpió su preparación.
De todas formas, estuvo entrenándose durante las últimas semanas en Junín, junto al equipo del campeón mundial Lucas Matthysse, consigna El Diario.
Por su parte, Olivares, de 28 años, cuenta con unos palmares de nueve victorias (tres por KO) y una derrota. Tras perder por puntos en su debut profesional (en julio del 2010), se ha impuesto en todas sus presentaciones restantes. Su último duelo lo desarrolló en junio del 2012, cuando derrotó en las tarjetas a Leonardo Esperante.
Este jueves los protagonistas del espectáculo tuvieron su primera pelea: contra la balanza. Tanto Marcos Martínez como su rival debían registrar hasta 57,152 kilogramos (limite de la divisional pluma).
Maquinita marcó en la báscula 57, 100, en tanto que Ovejeros no pudo dar el peso y registró 58,100. Por esto, el rionegrino se vio obligado a salir a correr y tras un lapso de aproximadamente una hora volvió y pesó 56,900, señala El Diario.