“Aquí nomás, pegado a la costanera, una Ciudad Universitaria, Cultural, Comercial, de Entretenimientos y Turismo está esperando ser abierta”, convocó Carrazza.
Y detalló: “Todos los estudios que realizamos indican la inviabilidad actual del edificio para volver a cumplir su antigua función ligada a la faena de ganado. Esto se basa tanto en razones industriales, de mercado y ambientales. Sin embargo debemos asegurar la preservación del patrimonio arquitectónico de la planta. Justamente eso es lo que está en peligro con el actual estado de abandono en que se encuentra. También debemos rescatar la historia de trabajo y progreso que nos dejó el Frigorífico a toda la ciudad y tan especialmente al Pueblo Nuevo”.
“El equilibrio entre la Ciudad Universitaria y los demás aspectos (administrativo, de servicios y comercial) será definido con amplia participación de la comunidad y sus instituciones. Hay que escuchar a todos y tratar de conjugar todas las ideas de usos posibles. Educación, servicios, equipamientos (museo del frigorífico), vivienda, etc. Porque lo importante para que tenga éxito el proyecto es propiciar un entorno adecuado para la interacción social y la vida comunitaria”, señaló.
Y convocó: “Por eso a este sueño hay que construirlo también en comunidad y consensuar para poder realizar un Plan Maestro que permita gestionar las obras. Es imposible prometer la realización de las construcciones ni la concreción material definitiva solo desde el municipio. Pero podemos -y debemos- saber qué queremos y necesitamos como comunidad para ese lugar, que es de todos”.
“Si no lo hacemos de esta manera, se irá desmembrando el predio, de acuerdo a necesidades particulares y momentáneas. Por eso necesitamos compartir una visión conjunta de lo urgente y también a mediano y largo plazo”, instó.
Y cerró: “También es esencial que aseguremos un procedimiento transparente para que fructifique la confianza. Ella dará las bases indispensables para que se haga realidad este proyecto tan beneficioso para los vecinos de Gualeguaychú”.