El fiscal Sergio Rondoni Caffa aguarda por las pericias solicitadas a la División de Inteligencia Criminal de la Policía de Paraná sobre el número de celular del piloto, para determinar sus movimientos 45 días antes de denunciado el hecho. Con esta medida, y a través de triangulaciones con las antenas de celulares en la zona, se tratará de establecer dónde estuvo, con qué otros números se comunicó y a quiénes pertenecen esos teléfonos.
Más allá de que para los investigadores todo se trata de una falsa denuncia, el avión en cuestión está desaparecido. Con la triangulación de la señal de celular se podría establecer dónde está escondida la nave.
Transcurridos todos estos días de investigación se le dio intervención a la Justicia Federal, pero hasta el momento se desconoce si realizaron algún tipo de actuación o averiguación. Trascendió que personal del Servicio de Inteligencia del Estado (Side) habría estado en Gualeguaychú interiorizándose sobre el caso.
El Fiscal está prácticamente convencido que todo se trató de una falsa denuncia porque nada de lo que afirmó el piloto pudo ser corroborado. Los testigos que ofreció desdijeron todo lo que el hombre había informado a los investigadores, y tras corroborarse otra serie de cuestiones que están en plena investigación, el piloto podría ser imputado por el Ministerio Público Fiscal por la realización de una falsa denuncia.
“Hoy tengo un avión que está desparecido, no se si lo robaron, si es una estrategia o si llega aparecer vinculado a un delito, el piloto tiene la denuncia para decir que no tuvo nada que ver”, señaló Rondoni con respecto a las variables que rodean a este extraño hecho.
Inmediatamente conocida la denuncia, el Director de Investigaciones de Gualeguaychú, comisario Emilio Piaggio, mantuvo comunicación con el personal del Aeroclub, que desacreditó totalmente cualquier tipo de contacto con el piloto.
También se entrevistó a la mujer que el piloto le había encomendado el cuidado de la aeronave. La joven que fue ofrecida por el denunciante para constatar la veracidad de sus dichos, los contradijo completamente. Manifestó que nunca vio el avión y contó a los investigadores que recibió un mensaje de texto del piloto, donde le habría indicado que si la Policía preguntaba, ella debía decir que se trataba de un avión blanco con rayas azules.
Además, el propietario de la pista de aterrizaje en la zona de El Potrero, muy cerca de la Ruta136, a donde supuestamente se dirigía la aeronave, manifestó que conocía al piloto, pero que desde hace unos dos años no había tenido contacto con él y mucho menos estaba en conocimiento que el avión Cessna iba a aterrizar en su pista, consignó El Día.