Tras poner en claro que el proyecto “no está alentando la muerte como señalan sectores reaccionarios”, Rogel dijo que se busca “igualar la autodeterminación que hoy tienen muchas mujeres por accesos económicos distintos a aquellas que el Estado no les ha brindado la posibilidad de una educación sexual y reproductiva adecuada”.
El diputado electo remarcó que “el Estado y el Parlamento deben ser concededores de derechos, no conculcadores”. Al respecto, explicó que “no es el Estado el que determina la acción que va a tomar la madre” y en todo caso es ahí donde “viene la función de las iglesias y de sus creencias”.
Por último, en diálogo con APF, admitió ser “una persona de fe”, aunque distinguió: “Eso no me da derecho a legislar en función de creencias. Debo ser consecuente con una legislación que beneficie al conjunto, sino sería un legislador corporativo y no es mi función”.