En la Argentina actual “no hay lugar para tibios. No hay lugar para grises. Es blanco o es negro. Este proceso de transformación no se intenta desde hace 60 años en este país. Frente a este escenario, de un lado quedan los conservadores y los que están buscando el status quo, y del otro estamos quienes buscamos profundizar esta transformación de mayor equidad posible, más allá de las equivocaciones, que ocurren como en todo proceso humano. Estos procesos que se han dado en otros países son largos. Y sobre todo no han sido fáciles. Es decir, no es para cualquiera la bota de potro, como dice el dicho”, reflexionó Urribarri.

En el mismo sentido sostuvo que no tiene dudas de que el ex gobernador Jorge Busti quiere otro proyecto de país. “Lo dice él. Dice que este gobierno no es peronista”, refirió. Al respecto, explicó: “En Argentina, como nunca, ha crecido la producción, las exportaciones y el consumo popular. Miremos lo que está pasando en el resto del mundo, como en la eurozona. Es el proceso contrario. En el país se generaron millones de puestos de trabajo. Y más de dos millones de ancianos, que no pudieron aportar al sistema provisional, hoy reciben sin embargo un beneficio. Es, además, la Argentina de la vigencia de los derechos humanos”.

Y agregó: “El país ha recuperado la autonomía en materia de decisión económica, producto de la valentía política del gobierno. En este contexto, aparece el rescate de los recursos que manejaban las AFJP. Está la asignación Universal por Hijo, que en Gualeguaychú reciben 2.000 familias. Hay cerca de 8.000 chicos beneficiados en esta ciudad. Es cierto, esto no soluciona el problema, pero dignifica a las personas. La matrícula escolar, paralelamente, ha crecido en la provincia. La educación es la única herramienta para igualar a las personas. ¡¿Cómo se puede decir, entonces, que este no es un gobierno peronista?”, se preguntó.

“¿Cómo lo puede decir alguien que pregonó toda su vida estas cosas? Evidentemente, quien lo dice es un especulador, un zigzagueante que se ha dado vuelta en el aire 20 veces. Resulta que ahora que hay por primera vez un gobierno justicialista -quizá porque lo retan o porque no lo llaman por teléfono- desconoce estas conquistas, hechas seguramente con algunas desprolijidades (…)”, añadió.

En la visión de Urribarri, en la Argentina “hay sectores que han acumulado poder” y a los cuales este proceso de transformación “les está doliendo mucho. Y entonces van a resistir con fuerza, con dinero, con ‘fierrito’, con micrófono, con cámara, con medios”, explicó.

En el arco de los que “agitan” el tema electoral, Urribarri incluyó a Busti. “Es uno de ellos, pero no es el único. De todos modos, son unos pocos lo que están ocupándose todo el tiempo de la cuestión electoral. Hay algunos que tienen la urna en la cabeza y no se la van a sacar jamás. Esto es real. Y a cierta edad, esto no se corrige”, añadió con ironía.

Ante la consulta de un eventual acuerdo con el ex mandatario, Urribarri dejó entrever que no tiene problemas con su antecesor. “Me parece que es problema de Busti. De pronto, pasó a no coincidir con este proceso que el llamó alguna vez de ‘dignidad nacional’, por la transformación social que representa. Con él suscribimos este proyecto nacional, iniciado a partir de mayo de 2003. Yo sigo pensando igual. El que cambió es Busti. Si él vuelve a cambiar, en una de esas nos encontramos”, remató.

—¿Qué significa eso?
— Que (Busti) vuelva a suscribir este proceso de transformar el país con equidad el país, que no se ha dado después de 60 años, más allá de los errores que seguramente se han cometido. Estoy seguro que a él esto lo seducía, lo entusiasmaba. De golpe, no sé que le pasó.

—¿Participará Busti dentro de la interna del PJ?
—Dios quiera que vaya a internas. Es lo que haría todo justicialista.

—¿Y si juega por fuera?
—Va a cometer un gravísimo error. Porque es exactamente lo contrario de lo que él pregonó en los últimos 40 y pico de años. No lo veo, en ese sentido, desdiciéndose.

La reelección

Urribarri sostuvo que no está “ocupado” en su eventual reelección para el período 2011-2015. “Llegado el proceso eleccionario en Entre Ríos, si los entrerrianos perciben que un buen gobierno debe continuar, en ese caso mi decisión es presentarme. Pero hoy el tiempo lo ocupo íntegramente en lo que es mi gestión. Y ustedes lo ven. No hago actividad política en las ciudades que visito, pese a que me lo proponen. Con respecto a la fecha de las elecciones, ningún distrito del país se ha definido en cuanto al cronograma electoral. Aquí hubo, a mi entender, un apresuramiento de una parte de la legislatura provincial, que quiso precipitar esta cuestión. Y así le fue”, indicó en referencia al fallido proyecto para unificar la fecha de las elecciones provinciales con las nacionales, el 23 de octubre.

En torno a esa discusión, el gobernador opinó que hay “un microclima”. Es decir “es algo que no desvela a la sociedad, aunque algunos dirigentes políticos sí lo quieren instalar. A la sociedad le preocupan otras cosas. Sinceramente, percibo esta cuestión como lo percibe cualquier ciudadano. Aquí hay un puñado de dirigentes que quiere que se hable o que se discuta sobre política permanentemente. Y hay una mayoría abrumadora de entrerrianos que quiere que nos ocupemos de los problemas y de las cuestiones importantes de la gente”, precisó.

Tras señalar que las encuestas le dan bien porque “la sociedad entrerriana está viendo cada vez con más claridad adónde apuntamos, qué es lo que buscamos en nuestra provincia, que es algo verdaderamente transformador y participativo”, Urribarri defendió su relación con el gobierno nacional y negó que sea de “subordinación”.

“Si ustedes encuentran un (ex) gobernador, de los últimos 40 ó 50 años, que haya traído el 20 por ciento de lo que consiguió este gobernador que está hablando con usted, pues le saco el sombrero, le dejo el sillón de gobernador, y le doy lo que ustedes quieran. ¡Sólo el 20 por ciento de lo que se consiguió en esta gestión!”, desafió.

El Peronismo Federal y “el tren fantasma”

—¿No cree que habría que reformular la ley de coparticipación?
—Entre Ríos aporta al PBI nacional el 2,3 por ciento y recibimos de coparticipación el 3,6 por ciento. Si entramos en esta discusión, Córdoba, Capital Federal, Provincia de Buenos Aires o Santa Fe, reclamarían más recursos.

—Pero hay estudios que indican otra cosa, que es más lo que sale de la provincia que lo que entra
—Sí claro, los estudios del contador (Marcelo) Casaretto, que es un parlanchín que manda Jorge Busti para decir barbaridades, sandeces. No, por favor. ¡Vamos a hablar en serio! De los bufones de la corte ya estamos cansados. Esta es la verdad. ¡Hemos escuchado tantas pavadas! (…)
Para contestar en serio la pregunta, diré que los recursos que hemos conseguido son recursos federales. Y siempre existieron los recursos federales en este país. Está en la inteligencia y la eficacia de un gobernador poder conseguirlos. Y esto es lo que hemos hecho. Y esto no requirió de mi parte bajarme de nada. Ni callarme en nada (…) Como tampoco hablaron, ni se plantaron ninguno de los gobernadores anteriores. Bien que fueron oficialistas cuando el gobierno nacional coincidía con su partido. Pero a cambio no recibieron nada. Soy incluso hasta crítico en algunas cuestiones de la política nacional. Pero planteo las objeciones en el ámbito institucional que corresponde, con respeto y prudencia, sin romper con el sentido de pertenencia.

—¿Por qué cree entonces que los peronistas disidentes se llaman “federales”?
—Cachivaches son, rejuntados. Es una foto de terror. Es el tren fantasma. ¡Por favor! Yo soy franco, digo lo que pienso. ¡Eso es el tren fantasma! Ayer vi una encuesta en Buenos Aires que dice que la sumatoria de la intención de votos de todos esos juntos, representa sólo un 35 por ciento de lo que Néstor Kirchner cosecha en el país.

—¿En todo el electorado del país?
—En el peronismo. Es decir, nosotros tenemos casi el 65 por ciento y ese grupejo tiene el 35 por ciento, sumados allí Duhalde, Reutemann, Solá, Rodríguez Saá, Das Neves, Busti, Puerta. Y ahora parece que se suma Macri.

(Fuente: diario El Día)