El objetivo de la compra, explicaron en la empresa a través de un comunicado, es asegurarse el abastecimiento de materias primas en el exterior “para preservar los recursos locales”.
Utilizarán los cultivos argentinos para alimentar los pollos y el ganado que producen. Almarai elabora lácteos como postres, yogures y quesos y también está en el negocio de jugos y alimentos para niños.
Según indicó la empresa, pagará la operación con fondos propios y préstamos acordes a los principios musulmanes, que generalmente prohíben el pago de intereses.
La operación no estará alcanzada por los límites que impondrá la nueva ley a la compra de tierras por parte de extranjeros que se tratará hoy en Senado y que ya tiene media sanción, porque no será retroactiva. La normativa fija en un 15 por ciento el territorio permitido para la posesión extranjera (hoy sería de un 10 por ciento, según la FAO) y un tope de mi hectáreas para cada extranjero, publicó Clarín.
Los capitales de Arabia Saudita ya estuvieron dando vuelta el campo argentino este año, cuando se anunció que un grupo de ese origen invertiría 400 millones de dólares en Chaco.