(Por S.W. para ANALISIS DIGITAL)

El historiador argentino Norberto Galasso llegó este lunes a la ciudad con el fin de brindar una charla y echar las bases para la conformación del Centro Discépolo de Gualeguaychú. Según apuntó el intelectual, “hay centros de este tipo en Buenos Aires, en Neuquén, en Mendoza, en Santiago del Estero, en Rosario” y explicó: “Hemos tratado, en la medida de lo posible, crear estos centros fundamentalmente de irradiación ideológica, tendiendo a dar cierta organicidad a sectores del movimiento nacional, en un momento en que hay un gran interés por parte de la juventud por incorporarse a la política, pero hay que armar cuadros, hay que agudizar la lucha ideológica contra los sectores reaccionarios; y pensamos que estos centros pueden cumplir esa tarea”.

Galasso logró una numerosa convocatoria de militantes kirchneristas a su disertación en la Cooperativa Eléctrica, pero previamente, en declaraciones a la prensa, tuvo algunas reflexiones en torno al lugar que merecerá Gualeguaychú cuando se escriba la Historia Argentina de la última década.

“En Gualeguaychú, como en todos los lugares, hay sectores sociales retrógrados y avanzados. Acá, en determinado momento, se originó uno de los sectores más importantes de defesa de los intereses sojeros vinculados a (Alfredo) De Ángeli y todo un mundo de gente que jugó muy en contra del proyecto kirchnerista, especialmente de las retenciones de la 125”, planteó críticamente el historiador.

No obstante, entendió que “esto parece haberse revertido”. “La mesa de enlace de agropecuarios se ha ido diluyendo, la Federación Agraria está tomando otras posiciones. En este sentido, lo que se advierte en la ciudad es una juventud bastante ávida de hacer política, no escéptica como en los viejos tiempos, sino decidida a que la política sea un instrumento de transformación social, económica y política de la Argentina, que es lo que necesitamos”, destacó Galasso y enfatizó: “Entonces, más allá de que haya sectores vinculados a la soja, a los que lo único que les interesa es la hiper utilidad que obtengan, nosotros vamos hacia la gente joven que quiere un mundo mejor”.

El historiador también tuvo palabras para el rol de la Asamblea Ciudadana Ambiental y la lucha contra Botnia –UPM. “Es bastante complejo para resumirlo en dos o tres minutos. Para decirlo en lenguaje popular, eso vino mal parido. Argentina dejó hacer, debió oponerse desde un principio. Creo que algunos funcionarios argentinos tuvieron responsabilidad en eso. Cuando empezó el desarrollo maderero en la banda oriental, evidentemente el propósito era terminar en una papelera. Se dejó estar, y cuando empezaron los reclamos ya era mucho más difícil resolverlo”, analizó Galasso.

Y concluyó: “Es algo que no ha sido bien manejado y ha quedado en una situación ahora en la que, por lo que yo advierto aquí en Gualeguaychú, los problemas no son tan graves como se planteaba en determinado momento. Parece que a veces hay problemas de olores y demás, pero no tan intensos como se podía suponer”.