Ya a los siete minutos, San Martín edificó una buena maniobra por el sector izquierdo por intermedio de Ezequiel Montagna, quien desbordó y envió centro para que Mauricio Casierra rematara, el disparo fue despejado a medias por la defensa y quedó a merced de Ezequiel Dennig, quien de media vuelta clavó el balón abajó contra el palo izquierdo del indefenso Nereo Fernández.

Tras el gol, San Martín se acomodó mejor en el campo y controló el juego con el buen desempeño de los volantes y el despliegue de los delanteros hasta que promediara la etapa, cuando Unión comenzó a presionar en el sector medio y empujó a los rosarinos contra el arco del seguro Luis Ardente.

La presión de Unión se incrementó y a los 38 minutos dispuso de la situación más clara para igualar en el período inicial, cuando Ardente despejó con esfuerzo un certero disparo de Franco Soldano.

La parte final fue una prolongación de los últimos minutos de la primera parte, ya que Unión siguió con la presión en tres cuartos de cancha y se jugaba cada vez más cerca de Ardente.

A los 12 minutos Unión llegó al empate, tras un pelotazo largo al área de los sanjuaninos que definió Riaño con un toque precisó por encima de Ardente y ganándole al achique que intentó hacer la defensa de San Martín.

Sobe los 17 minutos Rolando García Guerreño forcejeó con Javier Toledo, quien lo empujó contra un costado de la cancha y el defensor de Unión golpeó contra el grupo electrógeno del estadio, sufrió una fuerte contusión en su cabeza y debieron colocarle un cuello ortopédico.

Luego de tres minutos se reanudó el partido y Unión buscó conseguir el segundo, pero se descuidó en defensa y el partido se hizo de ida y vuelta con el Tatengue al ataque y San Martín jugando de contragolpe, por lo que las situaciones de gol de dieron en ambos arcos.

Llegó el final, con el ímpetu de Unión y el contraataque de San Martín, que repartieron virtudes y errores para concluir con un atractivo partido que terminó merecidamente igualado, señala Telam.