En la primera jugada, Keko Villalva habilitó a Cavenaghi a espaldas de Mas y Gentiletti y el Torito no perdonó. Definió fuerte al primer palo -floja respuesta de Torrico-, ante el estéril cierre tardío de Alvarado. Iban 34 segundos y el equipo de Ramón Díaz ya tenía ventaja. Y casi la estira cinco minutos más tarde, pero Rojas cabeceó apenas desviado un muy buen centro del entrerriano Osmar Ferreyra.
El Ciclón de Bauza tardó quince minutos en hacer pie. Recién tras el cuarto de hora inicial hicieron pie Ortigoza y Mercier, el doble cinco que compone el corazón del equipo. Correa, el más incisivo en el ataque Azulgrana, estuvo cerca dos veces: en la primera le tapó el gol Chichizola y en la segunda definió mal de zurda.
A los 30, después que Cavenaghi se perdiera el segundo, llegó el empate de San Lorenzo. Piatti fue derribado en el área por Solari y el casi infalible Ortigoza lo cambió por gol. Con el 1-1 se fueron al descanso porque Fabbro, de aceptable nivel, se demoró en definir una pelota que le había quedado servida en el área chica.
En el comienzo del complemento, el Cuervo le pagó a River con la misma moneda: antes del minuto lo agarró dormido y Piatti hizo el segundo de cabeza, tras un buen centro de Buffarini. San Lorenzo, que contó con los titulares, pasaba a comandar las acciones tal como se intuía en la previa, ante un River con mayoría de suplentes, publica TyC Sports.
Luego, el juego bajó en intensidad, porque ambos entrenadores cambiaron a casi todo su equipo, pero siempre San Lorenzo fue más. Estuvieron cerca Ortigoza y el paranaense Cavallaro, casi lo empata Ledesma pero despejó con los pies Torrico, y sobre el final Ángel Correa hizo un gol con su sello, a pura clase. Desairó a dos defensores con una doble pisada y definió arriba. Golón, para cerrar la noche.