Hoy a las 20 en la rotonda de la Costanera de Paraná, en un imponente escenario y con más de 100 personas involucradas en la puesta, la gran ópera de Georges Bizet, Carmen, será puesta en escena, en el marco del Segundo Festival de Ópera de Paraná, espectáculo que se desarrolla por segundo año consecutivo en la capital entrerriana.
Como ocurriera el año pasado con Aída de Giusseppe Verdi, la velada de Carmen promete ser una fiesta inolvidable, puesto que la realización está llena de particularidades, y quizás la más saliente sea la de ser montada al aire libre, un hecho casi atípico en todo el país, y por ello los medios nacionales se hicieron eco en 2004 de la puesta de la pieza de Verdi.
La realización de este monumental espectáculo es un punto de inflexión en la realidad cotidiana de la ciudad capital, puesto que convierte a Paraná en un lugar de protagonismo único en la región en lo que refiere a estos espectáculos. Si ya la ciudad había sido, en otras épocas, un punto generador de expresiones de la lírica, hoy lo rubrica trayendo cantantes de nivel internacional, así como un staff extraordinario de profesionales (la mayoría de ellos de Entre Ríos) para cumplir con un desafío nada fácil de poner en funcionamiento.
El hecho de encontrarse Paraná en un inmejorable punto geográfico del Mercosur, no significa que allí esté todo resuelto. Tiene que haber un ambiente propicio, la capacidad técnica, artística y de gestión para que todo llegue a buen término, y eso se espera una vez más en la jornada de hoy.
Desde la mañana de ayer, personal de la Municipalidad y gente allegada a distintos sectores de la organización, se trabajaban en el montaje del escenario, escenografía, iluminación y sonido. Y 12 horas después ya los músicos y cantantes se aprontaban para dar los primeros movimientos de los cuatro actos de la ópera más famosa de este músico romántico francés.