No hubo buen juego de los conductores naturales, poco hizo Oscar Romero en Racing y menos Jorge Ortiz en el local, derivando en que cada equipo tuviera dificultades para manejar la pelota. Ni uno ni otro atacaba por las bandas y el desarrollo carecía de sorpresas, lo que generaba un partido chato.

Abundaron las imprecisiones en ambos equipos y los hombres de ataque no encontraron conexión con sus mediocampistas. Por este motivo no se sacaron diferencias en el primer tiempo pese a que se jugó un poco más en campo de Racing.

Un disparo desde media distancia de Luciano Aued sobre el cuarto de hora que contuvo Diego Rodríguez y otro de Gastón Díaz tras un córner que volvió a desviar el Ruso, fueron las acciones más destacadas de la etapa inicial.

En el segundo tiempo ganó terreno la Academia pero sin ser profunda, acercándose solamente con remates de media distancia. El crecimiento de Romero, que tampoco fue destacado sino que salió de la monotonía del encuentro, influyó en esto.

El triple cinco del local que componían Jesús Méndez, Ortiz y Diego Rodríguez le quitó juego a Independiente, que no generó por el centro y no tenía gente por las bandas, aunque ganó en tranquilidad atrás, a comparación de otros encuentros.

A Racing le fue más importante Lisandro López respecto de lo que aportó inicialmente Diego Milito, que fue más referencia y apoyo pero con poca movilidad.

Hasta que a los 40 llegaron las emociones de la mano de las incorporaciones de ambos conjuntos para esta temporada.

El local abrió el marcador tras una buena cesión del recién llegado desde Belgrano, Emiliano Rigoni, que tras un error en ataque de Racing corrió cincuenta metros para asistir al ex Godoy Cruz Leandro Fernández, en un contrataque a pura efectividad para el Rojo.

Y a los 44 fue Licha López, tras centro de Romero, el que clavó la paridad con una espectacular chilena de derecha que fue reclamada por la defensa y el cuerpo técnico local por una aparente jugada peligrosa.

El empate fue en definitiva el resultado adecuado de un partido malo, en el que ningún equipo mereció los tres puntos, finalizó Télam.