El Presidente Néstor Kirchner partirá el próximo jueves rumbo a China para cumplir una visita clave de cinco días destinada a incrementar las relaciones políticas y comerciales con el gigante asiático. Kirchner viajará acompañado por más de 200 ejecutivos de las principales empresas argentinas interesadas en exportar productos al mercado chino y por seis gobernadores, entre los que se encuentra el bonaerense Felipe Solá. El jefe de Estado partirá el jueves rumbo a Praga, la capital de la República Checa, donde tiene previsto realizar una escala de dos días en el largo trayecto hacia Beijing. El avión presidencial Tango 01 irá con sus butacas completas. La delegación oficial estará compuesta por la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, así como los ministros de Economía, Roberto Lavagna, y de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa, aunque ambos se sumarán a tierra china provenientes de otros destinos. En el lote de gobernadores invitados figuran, además de Solá, el santafesino, Jorge Obeid; el santacruceño, Sergio Acevedo; el chubutense, Mario Das Neves; el fueguino, Jorge Colazo; y el mendocino, Julio Cobos. Finalmente, Jorge Busti no fue invitado, tal como lo había informado una agencia capitalina la semana pasada.

También está previsto que integre la comitiva el jefe de la bancada de diputados justicialistas, José María Díaz Bancalari y el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Jorge Arguello. La primera escala será en Beijing donde se desarrollarán las audiencias de carácter político entre Kirchner y su par chino, Hu Jintao, y con el primer ministro del país asiático, Wen Jiabao. También habrá lugar para cumplir una agenda turística organizada por el gobierno anfitrión que incluirá visitas a la fabulosa Muralla China y a la Ciudad Prohibida.

El segundo punto de la visita presidencial será la ciudad de Shangai, donde el eje será el comercio y los negocios, aunque también el Jefe de Estado será distinguido con un doctorado Honoris Causa por la Universidad de Fudan. Días atrás Kirchner, en declaraciones a la prensa china, destacó que "Argentina va a tratar de aprender el proceso transformador chino, que ha obtenido mucho éxito" porque "poner en marcha una economía de mil cuatrocientos millones de habitantes no es una tarea fácil".

"En general, la visita tiene como objetivo aumentar el comercio bilateral entre los dos países, pero el gobierno argentino está abierto a todos los temas mas allá de lo económico, como la relación institucional y política con el pueblo chino", aseguró Kirchner. China cuenta con el 20 por ciento de la población mundial, 1300 millones de habitantes, importa unos 400 mil millones de dólares y, de continuar con el crecimiento de su economía, se prevé que se convierta en el 2050, en la primera economía mundial.

Los principales exportadores son Brasil, México, Chile y la Argentina, en ese orden. El grueso de las exportaciones argentinas a China son del sector agroalimentario, que el año pasado contabilizaron unos 1.700 millones de dólares, sobre un total de 2.500 millones de dólares.

El objetivo central del numeroso grupo de empresarios argentinos que acompañarán a Kirchner es, lógicamente, incrementar y diversificar las ventas argentinas a dicho mercado. Los gobernadores también intentarán hacer acuerdos para favorecer a sus respectivas provincias: exportaciones agropecuarias, para el caso de Buenos Aires y Santa Fe; vitivinicultura, para Mendoza, y turismo y comercio, para los patagónicos.

El jefe de Estado cerrará su visita a China el viernes 2 de julio y, antes de llegar a Buenos Aires, realizar una escala de un día en las paradisíacas playas de Papete, en la Polinesia Francesa.