La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó las sentencias de los represores Miguel Etchecolatz, Norberto Cozzani y Jorge Bergés, condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Los fallos quedaron firmes después que el máximo tribunal rechazara un recurso extraordinario presentado por los abogados defensores, que planteaban la inconstitucionalidad de la ley que anuló las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Este miércoles la Corte Suprema dio a conocer un fallo a través del cual dejó firme las condenas recibieron los represores Miguel Etchecolatz, Norberto Cozzani y Jorge Bergés en 1986 por su participación en la represión como miembros de la Policía Bonaerense.
El máximo tribunal rechazó un recurso extraordinario presentado por la defensa, que pretendía obtener la inconstitucionalidad de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, consignó la agencia de noticias Télam.
Los tres ex represores fueron juzgados y condenados en 1986 en el marco de la denominada “Causa Camps” que investiga la participación de policías bonaerenses en el “aparato represivo ilegal” montado con el golpe de estado de 1976, recordó la Corte Suprema en referencia a quienes operaron bajo el ala del represor paranaense Ramón Camps.
Todos quedaron libres con el dictado de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y volvieron a ser detenidos con la reapertura de la causa por orden del juez platense Arnaldo Corazza. El magistrado ordenó detenciones para que se cumplan las condenas impuestas por la Cámara Federal el 2 de diciembre de 1986. En ese juicio también fue condenado el propio Camps, que falleció hace varios años.
El ex director de Investigaciones, Miguel Osvaldo Etchecolatz, recibió una pena de 23 años de prisión por 73 hechos de torturas; el entonces médico policial Jorge Bergés fue sentenciado a seis años y el ex cabo Norberto Cozzani fue condenado a cuatro años por torturas. El primero fue condenado nuevamente el año pasado a reclusión perpetua por crímenes cometidos en el marco de un genocidio.
En tanto, Bergés, que asistía partos de secuestradas a quien luego se les robaban los bebés, también está preso en otras causas por delitos de lesa humanidad; mientras que Cozzani estuvo prófugo y afronta cargos por torturas en el centro clandestino de detención conocido como Puesto Vasco, al sur del gran Buenos Aires.