(de ANALISIS DIGITAL,
desde Gualeguaychú)

La noche de cierre del Carnaval del país fue diferente en Gualeguaychú. En especial, por el sano y emocionante “enfrentamiento” de hinchadas de una y otra comparsa, quienes coparon diferentes sectores del Corsódromo con globos de colores, banderas, camisetas y sombrillas, para saludar el paso de O Bahía primero y de Marí Marí, en el final. Sucede que son los contendientes principales de esta edición 2016, con inversiones millonarias, para lograr el primer premio, que será de unos 7,5 millones de pesos y 7 millones el subcampeonato, en función de los ingresos que existieron. Papelitos, que también puso en pista una comparsa digna, con mucho esfuerzo y pasión, no hizo una inversión similar a sus contendientes, precisamente porque tuvo que hacer frente a los gastos que demandaron las remodelaciones en el estadio de fútbol de Juventud Unida, exigidas para el Nacional “B” en una faz tan competitiva y que podrá recuperar recién cuando el Estado provincial cumpla con el aporte del dinero prometido.

Anoche fue Papelitos la comparsa que arrancó y fue sin dudas una de las mejores presentaciones en esta edición, por la pasión y el ritmo que impusieron en el Corsódromo, logrando la rápida adhesión de la gente. Pero en Juventud Unida son conscientes de que están un escalón más abajo que O Bahía y Marí Marí. No obstante, el dinero que les ingresará por su participación será un aliciente importante, ya que -de darse, efectivamente, un tercer lugar-, podrían lograr algo más de 6 millones de pesos, que es una cifra bastante superior a lo invertido.

Después fue el turno de O Bahía, quienes reforzaron la sumatoria de puntos logrados, en especial, en el primer mes de esta edición del Carnaval del país, a partir de contar con la comparsa totalmente terminada desde el primer sábado, a diferencia de Marí Marí, que -como siempre sucede- recién pudieron completar las escuadras en la segunda y tercera luna carnavalera. Los pescadores, además del pegadizo “qué bicho te picó”, anoche tuvieron un control obsesivo de cada una de sus escuadras y por ende lograron un desarrollo equilibrado y contundente, en el desplazamiento de la comparsa, que es uno de los ítems donde los jurados tenían que opinar, además de carrozas, vestuario, música y alegría carnavalera. O Bahía dejó demostrado que es una firme candidata a quedarse con el título 2016 por ser cuidadoso en cada uno de los puntos a juzgar por los jurados. La banda musical consiguió instalar un tema muy pegadizo y siempre consiguieron su objetivo en cuanto al contagio carnavalero en el público.

Marí Marí ingresó a pista poco después de las 0.40 y no fue su mejor velada, pese a la inmediata reacción popular en las tribunas, con globos y banderas o a que sabían perfectamente que las dos últimas noches eran clave para sumar puntos y lograr una paridad o bien ponerse arriba en la grilla. Máxime después del feriado carnavalero, en que se perdieron dos jornadas de puntaje, a raíz de los problemas climáticos, que hubieran sido de suma importancia para los últimos campeones. Pero quizás no alcanzó con el enorme esfuerzo individual de algunas de sus figuras o el arrastre que determina la excelente la banda musical de Martín Irigoyen o el fervor que genera el animador Juan Boari.

Anoche, el gran problema de Central Entrerriano fue la falta de control y de asistencia que tuvieron sus participantes -que tal vez podrían haber tenido otra actitud más comprometida, en función de la competencia y la exigencia final- , lo que nuevamente derivó en situaciones de aglomeramiento primero y de baches después, en diferentes escuadras. Muchas de las asistentes que debían estar controlando las escuadras, estaban más preocupados por la relación con el público, que por los movimientos de los integrantes y por ende los errores se fueron repitiendo uno a otro. Y está visto que los seguidores de Adrián Butteri no tenían un puntaje de diferencia suficiente para andar rifando en las últimas noches de las presentaciones del tema Bazofia. Al contrario, debían redoblar el esfuerzo para sumar y no para estar despilfarrando. Se sabe que la última noche tiene esa cuota de relax por el final, pero cuando hay en juego tantos millones, la cosa cambia. O debería cambiar.

Queda claro que el ganador de la edición 2016 tendrá una victoria ajustada. Marí Marí sigue siendo la comparsa poderosa y más popular del Carnaval del país, fuera y dentro de la ciudad. Pero este fue sin dudas el mejor de los últimos diez años de O Bahía, de la mano de Rodolfo Rodríguez, uno de los principales creadores del Carnaval del país en los últimos tiempos.

El martes a la noche, en la sede del Concejo Deliberante, se dilucidará quién será el campeón 2016. Habrá que definir si Marí Marí revalida su título o si O Bahía es el nuevo consagrado. Uno de los dos -y cualquiera de ellos que gane será justo, por inversión, creatividad, jerarquía y profesionalismo, que es lo que caracteriza a este carnaval, a diferencia de otros del paìs- se quedará con el campeonato, y en el 2017 tendrá que competir con Kamarr y Ara yeví.

No fue un buen año para el Carnaval del país, en cuanto a los números de espectadores que ingresaron en las diez noches. Pero el nivel de las comparsas se mantuvo como siempre. Papelitos, O Bahía y Marí Marí volvieron a conformar comparsas de excepción, de alto nivel escenográfico, coreográfico, musical y creativo, con trajes y carrozas muy buenas. El martes se definirá la historia de este 2016. Habrá que tener paciencia. Y muchos quizás tendrán que empezar a rezar.