En las 49 localidades correspondientes a la Regional Rosario se detectaron 169.356 casos irregulares y 12.647.887 metros cuadrados sin declarar. La superficie incorporada fue de 5.672.266 metros cuadrados.

Dentro de las localidades que adhirieron al programa en la Regional Santa Fe, fueron detectados 58.386 casos irregulares con una superficie cubierta sin declarar de 6.803.796 metros cuadrados. La superficie incorporada fue de 3.262.155 metros cuadrados.

La superficie que se logró incorporar en toda la provincia alcanza los 8.934.421 metros cuadrados, que significan un incremento de alrededor de 36 millones de pesos: 14 millones de aumento en 2011 (por la superficie incorporada en 2010), y para este año se suman 8 millones más de las superficies incorporadas en 2011.

Los operativos realizados en el distrito Rosario desde noviembre de 2010 entre los grandes contribuyentes territoriales, como entidades bancarias y financieras, cooperativas, grandes comercios, shoppings, supermercados y hoteles, lograron un incremento de 286.448 metros cuadrados sobre 347 casos. Esto significa un aumento de valuación de lo edificado de 44.428.954 pesos.

En el sector industrial se detectaron 31 casos irregulares con un incremento de superficie edificada de 37.935 metros cuadrados y una valuación que alcanza los 6.558.073 pesos.

El plan

El "Plan Juntos vamos a tomar medidas" se inició con la expectativa de barrer las 50 ciudades santafesinas con rango de municipio, excepto Rosario, que por su magnitud demandaría unos cuatro años de relevamiento. El proyecto tiene un nivel de ejecución del 98 por ciento de la proyección inicial. Actualmente, excepto Villa Constitución y Cañada de Gómez, se cubrieron esos 50 municipios o están en proceso de culminación, como son los casos de Casilda o Pérez.

La experiencia piloto fue en 2010 con Timbúes, y los resultados permitieron avisorar que el programa podía extenderse a todo el territorio con resultados favorables.

"A raíz de los logros extendimos este procedimiento a las comunas de la provincia. Lo reformulamos y por estos días estamos trabajando en la localidad 76 de un total de 360 que debemos relevar", indicó el responsable del Servicio de Catastro, Horacio Palavecino.

Cómo opera el sistema

El sistema de detección funciona de la siguiente manera. Sobre la base de una imagen satelital se determinan cuáles son las construcciones que no están declaradas. Se establece un nivel de corte para no reclamar por edificaciones pequeñas, galerías, tinglados o quinchos y evitar que queden afuera grandes construcciones. Así se establece un orden de prioridad decreciente por superficie, se coordina con la comuna y desde la provincia se envía una notificación para que el vecino se presente en su localidad ante funcionarios provinciales y municipales.

Allí se le muestra la información existente y se establece si está de acuerdo o hay que hacer alguna modificación. Si hay diferencias se evalúan, de ser necesario se inspeccionan y así se llega a un acuerdo final.

"Todo se realiza bajo un trato muy amigable. Por supuesto que la gente no viene con buena cara pero se van sin malestar porque entienden que están en condición de infractor respecto de su vecino" dijo Palavecino. Y remarcó que "lo importante es que el vecino tiene la posibilidad de manifestar inmediatamente si existen errores sobre los datos registrados y corregirlos".

Los que no se presentan quedan sujetos a una inspección externa del inmueble por parte de una comisión de Catastro que comprueba y luego carga de oficio la actualización. Ese incremento le aparecerá al frontero en el impuesto inmobiliario a partir del 1º de enero del año siguiente.

Respecto a la deuda retroactiva, el funcionario indicó que "lo importante es la fecha que el propietario indica como finalización de la obra. A partir de esa fecha se calcula la diferencia de impuesto".

Lo importante del plan "es que en cada comuna queda personal capacitado y una conexión a internet que, bajo la misma plataforma informática de la provincia, permitirá ver en simultáneo la información sobre cada parcela, construcción, propietario y el detalle de sus datos. Esa es una herramienta de trabajo para que en adelante, cada comuna mantenga actualizado su estado catastral", indicó Palavecino.

Éxito

A raíz del éxito del sistema, a mediados de 2011 la provincia de Entre Ríos se interiorizó sobre su aplicación. Para esto, funcionarios santafesinos se reunieron en varias ocasiones con sus pares para explicar los alcances y la metodología de trabajo.

Desde 1996 no se realizaba en Santa Fe un proceso de fiscalización sobre mejoras edilicias. "Ante un nivel de desactualización visible, en 2009 nos ocupamos del tema e involucramos a los gobiernos locales, que son quienes tienen en claro qué permisos de inicio y final de obra otorgaron. Cuando no otorgan finales de obra o cuando los entregan pero no los comunican a la provincia, se da el primer paso del proceso de desactualización", explicó Palavecino.

El programa busca involucrar a los gobiernos locales. Para ello se firman convenios de trabajo conjunto durante cuatro o seis meses y se dividen las tareas. En ese contexto, la provincia aporta las imágenes y hace la restitución, mientras que cada localidad aporta el lugar físico y los empleados para atender a los contribuyentes. "De este modo los involucramos en el proceso de fiscalización. Cuando ven los resultados entienden que es algo mecánico que deberían hacer día a día para mantener actualizado el sistema", remató el funcionario, según informó La Capital.