La campaña de difusión y concientización sobre la lepra que desarrolla todos los años la Sociedad de Dermatología de Argentina finalizó este viernes y relevó que en Entre Ríos aparecieron siete nuevos casos este año, que se suman a los 10 que se diagnosticaron el año pasado. Es decir que actualmente el total es de 17 pacientes en tratamiento, el cual se realiza en forma ambulatoria. La enfermedad infecciosa es producida por un microbio, afecta preferentemente a la piel y a los nervios periféricos, y en ocasiones a las mucosas y órganos internos.
A pesar de la efectividad de la terapéutica actual, el problema continúa. Desde hace 10 años se detectan entre 400 y 500 casos nuevos de lepra por año en el país. En Argentina existen actualmente 772 pacientes en tratamiento, de los cuales 423 fueron diagnosticados durante el año 2006.
Según contó a diario Uno la jefa del programa de lepra y tuberculosis en Entre Ríos, Alejandra Doval, aparecieron siete nuevos casos este año que se suman a los 10 que se diagnosticaron el año pasado. Es decir que hoy el total es de 17 pacientes en tratamiento. Los pacientes no están internados. “El tratamiento es ambulatorio y la Nación envía los medicamentos que a su vez administra la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Tratamiento
La doctora destacó que la lepra es una enfermedad que, en su forma más leve, se cura en seis meses ó en el transcurso de un año. Por eso dejaron de existir los leprosarios en el país. Antes se recluía a los enfermos en sanatorios, pero desde hace tiempo esto no hace falta porque existen medicamentos muy eficaces que permiten que el tratamiento sea ambulatorio.
Es una enfermedad contagiosa a través de las vías inhalatorias, “pero no por la piel como mucha gente piensa”, indicó.
El área endémica de esta enfermedad está integrada por las provincias del noroeste, nordeste y centro del país: Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Buenos Aires y la Capital Federal.
Síntomas
En la piel aparecen manchas (máculas) con disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello y/o de la transpiración. Según la forma clínica pueden presentarse nódulos (lesiones tubérculo-nodulares llamada lepromas) y engrosamiento de la piel (placas, infiltración) y/o nervios periféricos con dolor espontáneo o a la compresión. Generalmente se produce un trastorno de la sensibilidad, que va desde una leve hipoestesia (adormecimiento) a una anestesia total.
Así, poco a poco, por falta de cuidado y de un tratamiento oportuno, las heridas se infectan ocasionando un daño que al cabo del tiempo producen las discapacidades y deformidades que todos conocemos o imaginamos en relación a esta enfermedad.
Se puede presentar una obstrucción nasal persistente, con o sin hemorragia nasal de causa no justificada. Además hormigueos (disestesias, parestesias) en pies y manos.
No es hereditaria
Hoy está científicamente demostrado que la lepra no es hereditaria. De una madre y/o padre enfermo nace un hijo sano. La mejor protección que se le debe dar al recién nacido es que el progenitor afectado realice y complete el tratamiento.