El trabajo analiza un conjunto de variables desde la llegada de Blanca Osuna a la jefatura del Ejecutivo local y señala que la Municipalidad de Paraná avanzó en un proceso de administración ordenada de los recursos; esa metodología permitió encontrar una base para dar sustentabilidad y sostenibilidad a las políticas públicas llevadas adelante. El ordenamiento empezó rescatando un valor intrínseco para cualquier administración: el equilibrio fiscal; en ese sentido se destaca el hecho de que desde 2012 y hasta el presente el municipio ha tenido equilibrio financiero en sus cuentas públicas, sin recurrir a ningún tipo de endeudamiento; ni de corto ni de largo plazo.
En el informe que reprodujo El Diario se indica que, sobre la planta de personal el detalle de la evolución tiene diferentes variables de información y lectura; la principal es que de los 6366 agentes de la planta total al 31 de diciembre de 2011, se produjo una importante reducción a los 5.372 registrados al 31 de mayo de 2015, equivalente al 15 por ciento menos. La planta actual, que incluye a quienes prestan servicio en el Concejo Deliberante, se distribuye en 3.628 efectivos, 1.283 bajo modalidad de contrato de servicio y 461 contratados de obra. En el rubro contratados las acciones fueron direccionadas en el sentido de quebrar un sistema basado en la precariedad laboral, para entrar en una transición que permita a fines del 2015 eliminar los contratos de obra; de hecho esta modalidad se redujo un 74 por ciento en el período analizado desde 1.759 que existían a fines del 2.011 a los 461 que quedan al momento de evaluar la información. Por su parte la planta de contrataciones de servicio subió de 987 al comienzo del análisis a 1.283 a fin de mayo del corriente con una evolución del 30 por ciento, los que fueron remunerados proporcionalmente al salario mínimo vital y móvil, con obra social y aportes jubilatorios, alejando el fantasma de la precariedad como único vínculo con el contratante; en tanto la administración municipal asumió el compromiso de finalizar su mandato sin contratos de obra, mejorando notablemente la perspectiva laboral de sus agentes.
Inversión pública
El análisis publicado también refiere al rubro inversión pública con una evolución sin precedentes ya que en 2011 se invirtió el 0,7 por ciento de los recursos corrientes en bienes de uso, equivalentes a 2.500.000 pesos. En 2014 esa relación llegó al 7 por ciento de los recursos corrientes, superando 50.000.000 de pesos, creciendo 20 veces proporcionalmente. Una muestra de ello son más de 130 vehículos 0 Km puestos en funcionamiento que implican que la mitad de los camiones municipales tienen menos de cuatro años de antigüedad, garantizando un salto de calidad que impacta directamente en la prestación de mejores servicios para los ciudadanos. Se observa también que los numerosos frentes de obra en ejecución se encuentran financiados con un 75 por ciento de recursos propios, resultantes del ordenamiento administrativo que de paso permitió que la relación deuda consolidada en relación a los recursos corrientes pasara del 20 por ciento al 9 por ciento entre 2011 y 2014.
Circuito financiero
El análisis provee un dato importante en función de los niveles de actividad; sumados los conceptos de salarios pagados, compras y obras públicas realizadas la municipalidad ingresa al circuito económico casi 120 millones de pesos mensuales; provocando un impacto virtuoso en el contexto socioeconómico local, fundamentalmente en su efecto sobre el nivel de empleo, a través de la ejecución de obra pública, y el movimiento económico que su volumen de intervención genera.
Una última observación permite conocer que a fines del 2011 las mutuales que tenían acordados descuentos en los recibos de los trabajadores, descontaban el 7,8 por ciento de la totalidad de haberes municipales; en la nómina de mayo de 2015 ese valor llegó sólo al 1,7 por ciento; además éstas tienen fijado un tope de costo financiero del 40 por ciento anual.