Es cierto que el rival juega y que enfrente estuvo uno de los mejores elencos del campeonato. Sin embargo, Sionista sigue pecando de ingenuo, de inmaduro, de conjunto que le cuesta mantener la cordura y la coherencia. Así volvió a mostrarse ante Lanús, el pasado miércoles en el Moisés Flesler. No es la primera vez que el conjunto paranaense cae en baches profundos, se pierde y termina mostrando una pálida imagen. Hace rato que sufre estas deficiencias.

A esta altura del campeonato las sensaciones se limitan a dos opciones: o el técnico no encuentra la forma de sacar lo mejor de los jugadores o los jugadores no comprenden lo que el técnico pretende. No pasa por el tiempo de trabajo. Ya pasó toda la primera fase y también van siete presentaciones de la segunda. No obstante, la realidad indica que Sionista tiene buen plantel, pero no buen equipo. Así lo demuestran los resultados y, fundamentalmente, el rendimiento.

El panorama del Centro no es el mejor. Se encuentra en una ubicación incómoda y está más cerca de discutir con los de abajo que mirarle la cara a los de arriba. La reacción debe llegar en forma inmediata porque la idea es evitar complicaciones.

Así como el miércoles con Lanús tenía un duelo de expectativas y motivaciones, esta noche tiene un examen de alta exigencia. Los dirigidos por Sebastián Svetliza se encontrarán por primera vez en la temporada con Gimnasia Indalo de Comodoro Rivadavia, rival directo en la lucha por escalar.

Ambos no llegan de buena forma. La fuerza anímica quedó resentida para los dos. Sionista por caer en casa después de dominar con precisión un partido que en el segundo tiempo cambió abruptamente y lo dejó sin nada. Y Gimnasia porque hizo un esfuerzo enorme y casi da el batacazo de la semana en Corrientes. Perdió 81 a 80 ante un Regatas que sacó el festejo de la galera.

Los de Comodoro ratificaron que son un conjunto con carácter, entrega y sacrificio. Miguel Volcán Sánchez le dio una identidad a este plantel. Puede ganar o perder, pero lo hace con una alta dosis de actitud.

Al mismo tiempo, también cuenta con cualidades. David Jackson (16.8), Kahiem Seawright (13.2), Jason Robinson (13) y Diego Romero (11.5) son sus máximos artilleros. Después, jugadores con disciplina, como Diego Ciorciari, Mariano Byró, Santiago Scala, Alejandro Reinick y Fabricio Vay.

En el uno contra uno los números de ambos conjuntos son muy parecidos. En defensa, Sionista recibe 82.5 puntos por partido, mientras que Gimnasia registra 80. Y en ataque, el Centro suma 78.2 de promedio y los sureños 82.2.

La paridad puede ser un denominador común en el campo de juego. Los dos saben que estos son partidos que valen más que dos puntos como dicta el reglamento, consigna El Diario.