
Este jueves 7 de agosto se confirmó la noticia del fallecimiento de Osvaldo Piro, uno de los grandes referentes del tango contemporáneo, a los 88 años. La noticia fue comunicada por Cecilia Orrillo, jefa de prensa de la Academia Nacional del Tango, y rápidamente despertó una ola de homenajes y mensajes de despedida en distintos ámbitos culturales del país. El bandoneonista, compositor y director había nacido en el barrio porteño de La Paternal y desarrolló una extensa carrera que abarcó más de siete décadas.
Desde temprana edad, Piro mostró una pasión musical muy marcada. A los diez años ya estudiaba bandoneón con Félix Cordisco y poco después continuaría con Domingo Mattio, integrante de la orquesta de Aníbal Troilo, quien terminaría siendo su padrino artístico. Su formación se completó con estudios de armonía junto a Pedro Rubione y Julio Nistal, además de una profundización en filosofía de la música guiada por Juan Francisco Giacobbe. Estos cimientos lo condujeron a convertirse en uno de los intérpretes más sofisticados y personales del género.
Su debut profesional llegó a los 15 años en la orquesta de Ricardo Pedevilla y tan solo un año más tarde fue convocado por Alfredo Gobbi, con quien trabajó durante seis años. Luego de pasar por la agrupación de Fulvio Salamanca, en 1965 decidió lanzar su propio proyecto musical. Aquel mismo año grabó su primer disco solista, cuya presentación en la portada estuvo a cargo del mismísimo Troilo. En 1968, obtuvo la Palma de Oro en el Festival de La Falda y fue distinguido con el premio Martín Fierro como Revelación Musical del Año en televisión.
La carrera de Piro se desarrolló tanto en escenarios tradicionales del tango como en plataformas más modernas. Su presencia fue habitual en locales como El Viejo Almacén, Caño 14 y Michelangelo, y en numerosas emisiones de radio y televisión. Durante su exilio en Europa, recorrió el continente con su música y amplió las fronteras del tango en escenarios internacionales. A su regreso a la Argentina en 1988, abrió su propio espacio cultural, San Telmo Tango, donde estrenó su innovador conjunto Ensamble 9.
En 1994 fue designado director titular de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, rol que desempeñó con dedicación y maestría. Además, fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1996, y en 1999 recibió el premio a Mejor Intérprete otorgado por la Sociedad de Autores y Compositores. Ya radicado en Córdoba, fue durante muchos años director de la Orquesta Provincial de Tango de esa provincia, manteniéndose activo en la escena musical hasta sus últimos años.
La emisora La 2x4, dedicada exclusivamente al tango, expresó su pesar en redes sociales con un breve pero sentido mensaje: "Despedimos con tristeza al gran bandoneonista Osvaldo Piro. ¡Hasta siempre Maestro!". En las próximas horas, la familia del artista informará los detalles de la ceremonia de despedida.